Bolsonaro ha redoblado en las últimas semanas su ofensiva contra las urnas electrónicas, que el jefe de Estado considera que generan “fraudes”, y presiona para que el Congreso apruebe una enmienda constitucional a fin de retomar el voto en papel, como complemento al actual sistema.
La investigación en el TSE determinará si Bolsonaro cometió los crímenes de “abuso de poder económico y político, uso indebido de medios de comunicación, corrupción, fraude, conductas vetadas a agentes públicos y propaganda extemporánea en sus ataques contra el sistema de voto electrónico y la legitimidad de las Elecciones Generales de 2022”.
Bolsonaro, quien busca la reelección, lleva años cuestionando, sin pruebas, la fiabilidad de las urnas electrónicas.
El mandatario no pide que se vuelva a las papeletas de votación, sino que se imprima un recibo después de cada voto en la urna electrónica, con el fin de que puedan ser recontados físicamente.
Un discurso que cala en parte de su electorado. Este domingo, miles de personas se manifestaron en varias ciudades de Brasil, entre ellas Sao Paulo, Rio de Janeiro y Brasilia, a favor del voto impreso.
El mandatario, desgastado por su caótica gestión de la pandemia y por una investigación en su contra por prevaricación en una tentativa de corrupción en la compra de la vacuna india anticovid Covaxin, no participó directamente en las manifestaciones.
Pero pronunció un discurso por videoconferencia en el que reiteró que no aceptaría unas elecciones que no fueran “limpias y democráticas”.
Hace tres semanas, Bolsonaro desató la polémica al sembrar dudas sobre la realización de las elecciones de 2022. “O hacemos elecciones adecuadas en Brasil, o no habrá elecciones”, dijo.
Además, calificó de “imbécil” al presidente del TSE, Luis Roberto Barroso, quien estima que la impresión de los recibos en papel podría exponer el voto “a los riesgos de manipulación del pasado”.
Analistas consultados por AFP aseguran que, con sus cuestionamientos al sistema electoral, Bolsonaro está preparando el terreno para impugnar el resultado en caso de derrota, como lo hizo el ex presidente estadunidense Donald Trump, de quien Bolsonaro es un ferviente admirador.
Este lunes por la mañana, Barroso y todos los ex presidentes del TSE, desde que se promulgó la constitución en 1988, firmaron un documento garantizando la transparencia y la seguridad del sistema de voto electrónico.
Fuente Milenio y NODAL
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