Este lunes 26 de abril, se cumplen 35 años del accidente en la central atómica de Chernóbil en Ucrania, que marcó un antes y un después en la historia de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), al igual que sobre el uso del plutonio como fuente de energía nuclear.
El presidente ucraniano, Valdimir Zelenski, participó del oficio religiosos realizado en la catedral ortodoxa local en la zona del desastre, nombrada San Elías de Chernóbil, en memoria de las víctimas de la catastrófe. El metropolita de Zhitómir y Novograd-Volinski, Nikodim, ofició la liturgia, de acuerdo con un comunicado de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana (IOU) en su web.
“Hoy estamos recordando la gran proeza realizada en esta santa tierra, donde se produjo una catástrofe de dimensión mundial que ya es historia. Lo recordamos llorando y elevando oraciones por quienes salvaron el mundo sacrificando su vida, dándola por el prójimo», dijo el metropolita Nikodim, de acuerdo con medios locales.
El sitio es un polo turístico internacional, y Ucrania postula para que sea declarado Patrimonio mundial de la Unesco. No obstante, las autoridades estiman que el lugar no es seguro para vivir hasta dentro de 24.000 años.
La aerolínea estatal ucraniana UIA organizó un vuelo conmemorativo el pasado domingo sobre los restos de la central. Bajo medidas de seguridad los pasajeros observaron desde ángulos insólitos el lugar de la tragedia.
El mandatario Zelenski, otorgó premios estatales a los responsables de la liquidación de las consecuencias del accidente de Chernóbil.
A través de un decreto presidencial premió 18 personas por la «dedicación y alta profesionalidad, y muchos años de fructífera actividad pública», reseña la web de la presidencia.
El accidente nuclear
Una prueba de seguridad fallida liberó grandes cantidades de radiación que dejó un saldo de entre 4.000 y 9.000 muertos por cáncer y otras enfermedades, de acuerdo con datos de un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por eso es conocido como el mayor accidente nuclear de la historia.
En 1986 se evacuaron unas 116.000 personas de los alrededores de la central, que están inhabilitados en la actualidad. Años más tarde 230.000 personas también fueron evacuadas.
Cerca de 31 trabajadores y bomberos fallecieron en el desastre. Sin embargo, el efecto de la radiación dejó una ola de muertos cuya cifra aún está en discusión. El comité científico de Naciones Unidas (Unscear) solo reconoce oficialmente a esa treintena de operarios y bomberos.
De acuerdo con investigaciones independientes de algunas ONG, el número de muertos llega a 100.000.
El desastre, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), fue equivalente a que hubieran lanzado 500 bombas atómicas como la lanzada por EE.UU. sobre Hiroshima, en Japón, el 6 de agosto de 1945, antes de que concluyera la Segunda Guerra Mundial.
Todo comenzó en el reactor nuclear número cuatro de la planta, ubicada en un área cercana a la ciudad de Pripiat, a unos 110 kilómetros al norte de la capital ucraniana de Kiev, donde residían 50.000 personas que en su mayoría laboraban en la planta.
Una prueba prevista para el día 25 de abril de 1986, monitoreado por las oficinas centrales de Moscú, fue el desencadenante de la tragedia. Sin embargo, el Partido Comunista soviético minimizó la información para dar su propia versión de los hechos.
Por diez días, el combustible nuclear liberó elementos radioactivos que contamianron, de acuerdo con algunas estimaciones, hasta tres cuartas partes de Europa, fundamentalmente las otrora repúblicas soviéticas Ucrania, Bielorrusia y Rusia.
La reacción soviética
El último líder de la URSS (Unión de repúblicas socialistas Soviéticas), Mijail Gorbachov, recibió una llamada temprano en la mañana donde se le notificó de la explosión en Chernóbil. No comunicó públicamente el incidente hasta el 14 de mayo.
Tras esa catástrofe, el líder responsabilizó al Partido comunista soviético del accidente y reformó la economía, la orientación ideológica de la URSS y el medio ambiente.
Suecia fue el país que confirmó la noticia tras los informes que un grupo de científicos británicos que trabajaban en la planta nuclear con datos de altos niveles de radiación.
La revista semanal Literatura Ucraniana había publicado un mes antes un artículo relatando los desperfectos de la planta y el irrespeto por las normas técnicas durante su construcción, según la publicación de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
La central estuvo produciendo electricidad hasta diciembre de 2000. La presión de los occidentales logró apagar su último reactor en operación. En 2016 se instaló un arco de acero estanco sobre el reactor dañado, para garantizar seguridad de sustancias radiactivas por al menos 100 años.
La catedral San Elías, donde se realizó la liturgia este 26 de abril de 2021, fue fundada en el siglo XVI, y es la única iglesia que funciona en la zona de exclusión de Chernóbil.
Los oficios religiosos se interrumpieron tras la avería y se reanudaron en 2001, luego de que el archimandrita Sergio organizara un museo y una especie de memorial a quienes perdieron sus vidas.
Fuente TeleSUR
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