En medio de la tensión que reina entre Corea del Norte y Corea del Sur, las fuerzas norcoreanas dispararon más de 60 misiles hacia la zona de Yeonpyeong, lo que provocó la evacuación de civiles en la región como medida preventiva.
Con una disputa que lleva años en la región asiática, las recientes políticas mediante las que el gobierno surcoreano implementó la realización de ejercicios militares en conjunto con las fuerzas estadounidenses encendieron aún más el enojo en sus vecinos del norte.
Ayer por la noche, las fuerzas militares de Corea del Sur acusaron al gobierno de Kim Jong-Un de lanzar más de 200 misiles contra las zonas de amortiguación marítima de Jangsan y Sanseong, y este sábado repitieron el ataque con el disparo de 60 obuses.
En esa línea, las milicias surcoreanas tildaron de «provocadoras» a las accoiones del ejército surcoreano, a la vez que pidieron el cese de ataques y explicaron que «suponen una amenaza para la paz en la península coreana y una escalada de las tensiones».
Desde el abandono del acuerdo de paz en noviembre, el episodio es parte de la primera serie de ejercicios de artillería con fuego real con obuses autopropulsados K9. Asimismo, el ataque, que no dejó heridos ni víctimas fatales, comprende una de las peores escaladas de tensión en la zona desde el inicio de la tensión, y muestra un panorama en el que la paz no asoma.
«Corea del Norte, tras su declaración de una anulación del ‘Acuerdo Militar del 19 de septiembre’, sigue amenazando a nuestros ciudadanos con continuos disparos de artillería dentro de la zona donde están prohibidos los actos hostiles. En respuesta, nuestro ejército tomará las medidas apropiadas para salvaguardar nuestra nación», declaró el Estado Mayor Conjunto.
Fuente: Filonews
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