Desde el lunes y hasta el próximo jueves, el Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh), el órgano más poderoso del partido único de la potencia asiática, se reunirá en un encuentro clave a puertas cerradas para discutir los próximos lineamientos políticos del país, en lo formal, y reforzar la figura del presidente Xi Jinping y allanar el camino para renovar su mandato el año próximo, en la práctica.
Los más de 370 miembros del comité central se reunirán en la capital china, Beijing, para debatir una resolución que celebrará los principales logros del partido en estos últimos 100 años, según la agencia de noticias estatal Xinhua; pero la prensa y analistas internacionales pronostican además que ese texto vinculará de manera directa los logros del PCCh con el liderazgo de Xi de cara al vigésimo congreso de la fuerza política que el año próximo debe definir la continuidad o no del mandatario.
Este pronóstico pareció ser confirmado por Xinhua, que publicó en las últimas horas un extenso perfil de Xi, titulado «Xi Jinping, el hombre que lidera al Partido Comunista de China en un nuevo viaje».
«Cuando Xi asumió el cargo de secretario general del Comité Central del PCCh, la fuerza de China había aumentado significativamente tras más de 30 años de reforma y apertura. Sin embargo, no estaba exento de problemas, incluyendo la presión a la baja sobre la economía, las disparidades de riqueza, el daño ambiental y la tensión social», escribió la agencia.
Y agregó: «Las reformas también encontraron cierta resistencia. Se necesitaba un enfoque más científico y de alto nivel. Xi diseñó un modelo chino de modernización caracterizado por un camino de desarrollo innovador, coordinado, ecológico y abierto, que es para todos. Como jefe de la comisión central para profundizar en la reforma integral, Xi lanzó una serie de reformas que abrieron nuevos caminos al tiempo que hacían avanzar la reforma y apertura de Deng Xiaoping.»
Además, tanto dentro de China como analistas extranjeros sostienen que la declaración buscará ganar el significado histórico que tuvieron las del líder de la revolución Mao Tse-Tung, en 1945, cuando se afirmó como la cabeza incuestionable del PCCh, y la de Deng, en 1981, cuando defendió la apertura económica del régimen comunista y reconoció los «errores» de la época de Mao.
«En los últimos 100 años, el PCCh sólo ha adoptado dos resoluciones relacionadas con cuestiones históricas, en 1945 y 1981. En ellas se analizaron las causas y se sacaron conclusiones sobre importantes acontecimientos y personajes históricos, a través de las cuales todo el Partido llegó a un claro consenso y así se fortaleció en la unidad», reseñó Xinhua.
En diálogo con la agencia de noticias AFP, el experto en política china Anthony Saich de la universidad estadounidense de Harvard, adelantó, sin embargo, que esta vez el máximo líder de China no buscará marcar una ruptura con el pasado, como pasó en 1945 y 1981, sino todo lo contrario.
«Más bien, quiere mostrar que Xi es el heredero natural de un proceso desde la fundación del partido que lo capacita para liderar en la ‘nueva era’. El propósito es consolidar a Xi como heredero natural de la ‘gloriosa historia’ del PCCh», explicó el analista estadounidense.
Temas conflictivos
Menos claro está si la resolución final incluirá definiciones que afecten alguno de los temas más sensibles para el Estado chino en su relación con las potencias occidentales, que ya no esconden su rivalidad económica y política: el conflicto con Taiwán, la regulación de las empresas extranjeras en China y los reclamos por mayor apertura democrática en Hong Kong, libertad de expresión en el territorio nacional y de los derechos de las minorías en el país, especialmente la comunidad musulmana uigur.
Tras más de ocho años como presidente y nueve como secretario general del PCCh, Xi ha construido un liderazgo estable e incuestionable dentro del sistema de partido único, que ha llevado a que tanto dentro como fuera del país se lo considere como el mandatario chino más poderoso desde Mao, el líder que dirigió a la entonces nueva potencia comunista desde 1949 hasta su muerte en 1976.
Entre los principales logros que Xinhua destacó de la gestión de Xi se encuentran la profundización de la apertura económica ya iniciada por Deng -especialmente la decisión del mandatario de «dejar que el mercado juegue el papel decisivo en la asignación de recursos», según la agencia de noticias-, la salida de la pobreza de millones de personas y el desarrollo del país en una potencia innovadora y una voz obligada en la comunidad internacional.
Entre 2013 y 2020, el PBI de China creció a un promedio interanual de alrededor de un 6,4%, permitió la creación de 21 zonas especiales de libre comercio dentro de su territorio y llegó a representar más del 30% del crecimiento económico mundial promedio durante varios años consecutivos, según Xinhua.
Fuente Telam
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