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El rescate de EE. UU. a Argentina podría beneficiar a grandes inversores internacionales

Estados Unidos concretó una ayuda de 20.000 millones de dólares para Argentina que beneficiará a los aliados del secretario del Tesoro, Scott Bessent.
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Por Alan Rappeport y Maria Abi-Habib (Alan Rappeport cubre el Departamento del Tesoro desde Washington. Maria Abi-Habib es reportera de investigación radicada en Ciudad de México y cubre América Latina).

El gobierno de Donald Trump avanzó el jueves en su rescate de Argentina, al realizar una compra directa de pesos y ultimar los términos de una ayuda de 20.000 millones de dólares, dijo el secretario del Tesoro, Scott Bessent.

No se anunciaron los términos y condiciones del paquete de apoyo económico, pero Bessent dijo que los fondos llegarían en forma de un canje de divisas con el banco central de Argentina. Los grandes inversores mundiales han estado esperando ansiosamente los detalles del rescate, que los críticos han dicho que beneficiará a los ricos gestores de fondos en un momento en que los agricultores estadounidenses están pasando apuros y el gobierno estadounidense está cerrado.

Funcionarios de ambos países han pasado los últimos cuatro días apresurándose para ultimar las condiciones del rescate antes de las elecciones legislativas de alto nivel que se celebrarán en Argentina a finales de este mes y de la visita a Washington la próxima semana del presidente Javier Milei, el líder libertario de Argentina, quien es un estrecho aliado del presidente Trump.

“Argentina se enfrenta a un momento de aguda iliquidez”, escribió Bessent en X. “El Tesoro estadounidense está preparado, de forma inmediata, para tomar cualquier medida excepcional que se justifique para proporcionar estabilidad a los mercados”.

El secretario del Tesoro añadió que los líderes empresariales estadounidenses le han manifestado su deseo de estrechar lazos con Argentina y que el gobierno de Trump respaldará a su aliado latinoamericano.

Pero la decisión del gobierno de rescatar la economía argentina está suscitando dudas sobre si el verdadero objetivo es ayudar a los inversores ricos cuyas apuestas en Argentina podrían tambalearse si su economía se hunde.

Estos esfuerzos se han visto complicados por el hecho de que importantes fondos de cobertura, incluidos los dirigidos por amigos de Bessent, se beneficiarán financieramente de una ayuda económica para Argentina. Los fondos de empresas de inversión como BlackRock, Fidelity y Pimco están fuertemente invertidos en Argentina, al igual que inversores como Stanley Druckenmiller y Robert Citrone, que trabajaron con Bessent cuando era inversor de George Soros.

La intervención del Tesoro el jueves ofreció una ayuda a los mercados financieros argentinos, que se han tambaleado mientras el país se enfrentaba a una grave escasez de efectivo. Los bonos denominados en dólares que vencen en 2035 repuntaron hasta niveles vistos por última vez cuando Bessent anunció por primera vez que Estados Unidos intervendría. El peso también repuntó, aunque a los expertos en divisas les preocupa que pronto vuelva a sufrir presiones si no hay una solución a largo plazo para los problemas financieros del país.

La perspectiva de que el gobierno de Trump rescate la economía argentina y ayude a los inversores ricos en un momento en el que los trabajadores federales no cobran en medio de un cierre y los agricultores estadounidenses, en apuros, esperan un paquete de ayuda económica, ha suscitado las críticas de demócratas, grupos de la industria agrícola y otros.

El jueves, un grupo de ocho senadores demócratas presentó una ley que impediría al Departamento del Tesoro utilizar su Fondo de Estabilización Cambiaria para apuntalar las finanzas de Argentina.

“Es inexplicable que el presidente Trump esté apoyando a un gobierno extranjero, mientras cierra el nuestro”, dijo la senadora por Massachusetts, Elizabeth Warren, la principal demócrata en el comité bancario, quien ayudó a redactar la propuesta de ley. “Trump prometió ‘Estados Unidos primero’, pero se está poniendo a sí mismo y a sus amigos multimillonarios en primer lugar y está pasando la factura a los estadounidenses”.

Es poco probable que se apruebe la legislación, pero demuestra los vientos políticos en contra a los que podrían enfrentarse los republicanos debido a Argentina.

Antes de su reunión con Luis Caputo, el ministro de Economía argentino, Bessent insistió el pasado fin de semana en que la línea de canje del banco central propuesta, de 20.000 millones de dólares, no equivalía a un rescate de Argentina ni a un regalo a los inversores ricos.

“Este tropo de que estamos ayudando a los estadounidenses ricos con intereses no podría ser más falso”, declaró Bessent a CNBC. “Lo que estamos haciendo es mantener un interés estratégico de Estados Unidos en el hemisferio occidental”.

Los inversores internacionales llevan mucho tiempo mirando a Argentina como un lugar donde obtener ganancias, sobre todo en relación con la deuda pública que han asumido los sucesivos dirigentes. En muchos casos, los inversores no son los tenedores originales de los bonos, sino que han comprado con descuento a los prestamistas originales de la nación, y apuestan a que los gravámenes se reembolsarán o renegociarán con el tiempo.

Esta visión está empezando a dar sus frutos. Este verano, un fondo de Fidelity atribuyó a las ganancias de la deuda del país el haber ayudado a compensar las pérdidas de las inversiones en otros países de los llamados mercados emergentes, como Venezuela y Ucrania.

En particular, los estadounidenses ricos con estrechos vínculos con Bessent pueden ganar a lo grande.

Druckenmiller fue mentor de Bessent en Soros Fund Management. La oficina familiar Duquesne, que él dirige, fue el segundo mayor inversor en el principal fondo cotizado en bolsa de Argentina, un conjunto de acciones de ese país.

Citrone, fundador de Discovery Capital Management, ha hecho de Latinoamérica su mayor apuesta en el mundo, y Argentina es la mayor inversión del fondo en la región. Citrone ha dicho que, cuando trabajó con Bessent a las órdenes de Soros en 2013, los convenció para que hicieran su ahora famosa apuesta contra el yen japonés y que él fue el responsable de la mayor parte de la prima que ganó Bessent.

“En cierto modo convencí a George y Scott Bessent en aquel momento para que apostaran a lo grande. Y, ya sabes, Scott dice, un poco en broma, que soy responsable del 75 por ciento de su prima en Soros durante ese tiempo”, dijo Citrone en una entrevista en un pódcast organizado por Goldman Sachs en mayo, según la transcripción publicada en el sitio web del banco.

No está claro si Citrone desempeñó algún papel a la hora de convencer a Bessent de que apuntalara la moneda argentina. Pero dos personas familiarizadas con el acuerdo dijeron que Citrone estuvo en estrecho contacto con Bessent en el periodo previo al anuncio del Tesoro el mes pasado, y argumentó que si la moneda argentina se hundía, también lo haría la suerte política de Milei.

El inversor Robert Citrone, quien en su día trabajó con Bessent y ha apostado fuerte por América Latina, puede haber desempeñado un papel decisivo en las presiones para rescatar a Argentina.Credit…Jeenah Moon/Reuters

Citrone dijo a Bessent que, si Milei perdía las próximas elecciones, Argentina recurriría a China para obtener más ayuda económica, según una de las personas familiarizadas con los contactos. Al parecer, Citrone también dijo a Bessent que ese resultado significaría que Estados Unidos podría perder a uno de sus aliados latinoamericanos más firmes.

Un portavoz del Departamento del Tesoro, Elliott Hulse, no respondió a las peticiones de comentarios sobre las conversaciones de Bessent acerca de Argentina con Druckenmiller o Citrone. Un portavoz de Citrone declinó hacer comentarios. Druckenmiller dijo que no había mantenido ninguna comunicación con Bessent sobre Argentina ni antes ni después del anuncio del rescate del mes pasado.

Los medios de comunicación argentinos informaron anteriormente sobre los vínculos de Bessent con Citrone.

El partido de Milei sufrió una devastadora derrota en unas elecciones provinciales clave celebradas en septiembre, y los analistas prevén que su partido se enfrente a otro resultado decepcionante en los comicios legislativos de finales de este mes. Una derrota de este tipo probablemente impediría a Milei continuar con sus planes favorables al mercado y centrados en la austeridad, que el gobierno de Trump ha elogiado y, en muchos aspectos, reproducido.

Algunos observadores conservadores criticaron los planes del Tesoro de apoyar a Argentina, argumentando que el acuerdo podría, en cambio, acabar apoyando a la oposición política de izquierda que está a favor del gasto en el país, que probablemente arrasará en las urnas a finales de este mes.

Citrone y los líderes de la Conferencia de Acción Política Conservadora, más conocida como CPAC por su sigla en inglés, pueden haber desempeñado también un papel decisivo a la hora de presionar tanto al Fondo Monetario Internacional como a Bessent para que rescataran a Argentina, según las dos personas familiarizadas con el acuerdo. En abril, el FMI apuntaló la economía argentina con su propio acuerdo de rescate de 20.000 millones de dólares. El préstamo de 48 meses fue el vigésimo tercer paquete de ayuda económica de este tipo concedido por el fondo a Argentina desde la década de 1950.

Apenas unos días después de que se anunciara el acuerdo con el FMI en abril, Citrone voló a Buenos Aires para reunirse con Milei en un avión propiedad de uno de los dirigentes de Tactic Global, conocido como el brazo de presión del CPAC, según un asesor del gobierno de Trump e informes de los medios de comunicación argentinos. El avión era propiedad de Leonardo Scatturice, uno de los fundadores de Tactic, quien ha amasado una fortuna con lucrativos contratos gubernamentales repartidos por el gobierno de Milei.

Citrone se reunió con el presidente argentino unas horas antes que Bessent, quien había volado por separado a la capital del país.

Durante esa visita, Bessent anunció el acuerdo con el FMI. Esos fondos están destinados a ayudar a Argentina a relajar sus controles monetarios, al mismo tiempo que mantiene los planes del gobierno de reducir las subvenciones y el gasto.

El mes pasado, Bessent dijo que Estados Unidos proporcionaría más ayuda económica a Argentina en forma de una ayuda financiera de 20.000 millones de dólares. El secretario del Tesoro añadió que Washington esperaba que el apoyo adicional impidiera que Argentina cediera derechos mineros a China. A lo largo de los años, la economía argentina se ha visto respaldada en gran medida por una permuta de divisas de 18.000 millones de dólares proporcionada por China.

Estados Unidos no ha dicho si habrá alguna barrera de seguridad para proteger el dinero de los contribuyentes. Bessent subrayó que la permuta de divisas que el gobierno tiene previsto ofrecer a Argentina no equivale a un rescate.

“No estamos poniendo dinero en Argentina”, declaró Bessent a la CNBC.

La política de apoyo a Argentina se ha vuelto especialmente tensa en Estados Unidos porque China ha estado comprando este año soja a los agricultores argentinos en lugar de a los estadounidenses. El hecho de que Argentina sea el receptor más frecuente de rescates del FMI y también el mayor deudor de la institución plantea dudas sobre si podría llegar a pagar a Estados Unidos.

El presidente de Argentina, Javier Milei, es un estrecho aliado del presidente Trump, y Bessent sostuvo que apuntalar las finanzas del país formaba parte del mantenimiento de los intereses estratégicos estadounidenses en el hemisferio occidental.Credit…Doug Mills/The New York Times

“Pueden llamarlo como quieran, pero es un rescate”, dijo Monica de Bolle, investigadora principal del Instituto Peterson de Economía Internacional. “Se trata de un país en crisis, que se está quedando sin dólares, y Estados Unidos le está dando dólares. Eso es un rescate por definición”.

En las negociaciones sobre las condiciones de un paquete de ayuda, los funcionarios estadounidenses han estado presionando para que Argentina reduzca sus vínculos con China y han estado buscando acceso a sus suministros de uranio y litio, según una persona familiarizada con el asunto.

En Argentina, los legisladores y los gobernadores tienen más voz en esos contratos que Milei, y el apoyo del Tesoro estadounidense al presidente argentino puede que no se traduzca en que más empresas estadounidenses obtengan derechos mineros.

Bessent dijo el jueves que apoyar a Argentina es una cuestión de seguridad nacional y económica.

“El éxito de la agenda de reformas de Argentina es de importancia sistémica, y una Argentina fuerte y estable que contribuya a anclar un hemisferio occidental próspero es de interés estratégico para Estados Unidos”, dijo Bessent.

Fuente New York Times