Israel combatía el sábado contra los militantes de Hamás en pos de su difícil objetivo provisional de controlar por completo el norte de Gaza, después de que el Consejo de Seguridad de la ONU pidiera más ayuda para el enclave palestino, pero no exigiera un alto el fuego.
Una densa humareda se cernía sobre la ciudad septentrional de Jabalia -donde también se encuentra el mayor campo de refugiados de Gaza- y los residentes denunciaron bombardeos aéreos persistentes y proyectiles de tanques israelíes que, según dijeron, se habían adentrado en la ciudad.
El brazo armado de Hamás, las Brigadas Al Qassam, dijeron que habían destruido cinco tanques israelíes en la zona, matando e hiriendo a sus tripulaciones, tras reutilizar dos misiles no detonados lanzados anteriormente por Israel. Reuters no pudo verificar la información de forma independiente.
El portavoz militar jefe de Israel declaró el viernes que sus fuerzas habían logrado el control operativo casi total del norte de Gaza y se preparaban para ampliar la ofensiva terrestre a otras zonas de la franja, con especial atención al sur.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dijeron el sábado que realizaron disparos señuelo en la zona de Issa, en la Ciudad de Gaza, que atrajeron a decenas de militantes desde un edificio que servía de cuartel general de Hamás en el norte del enclave.
«Durante la actividad operativa conjunta, las tropas terrestres y de inteligencia de las FDI ordenaron a un avión de combate de la Fuerza Aérea Israelí que atacara el edificio, eliminando a los terroristas», señaló.
El ejército también difundió un video que, según dijo, mostraba túneles de Hamás en la zona de Issa. Reuters no pudo verificar de forma independiente la ubicación o la fecha. Israel acusa al grupo militante de haber construido túneles y otras infraestructuras militares entre civiles para utilizarlos como escudos humanos, algo que Hamás niega.
Según el Ministerio de Salud palestino, se ha confirmado la muerte de casi 20.000 personas en las 11 semanas de conflicto, y se cree que hay miles de cadáveres más atrapados bajo los escombros. Casi la totalidad de los 2,3 millones de habitantes de Gaza han sido desplazados.
Israel afirma que 140 de sus soldados han muerto desde que lanzó su operación terrestre el 20 de octubre, en respuesta a la incursión del 7 de octubre de los militantes de Hamás, que mataron a 1.200 personas y tomaron 240 rehenes.
La agencia de noticias oficial palestina WAFA dijo que al menos 18 palestinos murieron y decenas resultaron heridos en un ataque aéreo contra una casa en Nusseirat, en el centro de Gaza, a última hora del viernes.
Funcionarios sanitarios y medios de Hamás dijeron por separado que un ataque aéreo israelí contra una casa en el campo de refugiados de Nusseirat mató a tres personas, entre ellas un periodista del canal Aqsa TV de Hamás y dos familiares.
La muerte del reportero eleva al menos a 69 el número de periodistas muertos en el conflicto, según un recuento del Comité para la Protección de los Periodistas.
El ejército israelí ha expresado su pesar por las muertes de civiles y culpa a Hamás, apoyado por Irán, de operar en zonas densamente pobladas, argumentando que Israel nunca estará seguro hasta que el grupo sea eliminado.
Las sirenas que advertían de posibles ataques con misiles desde Gaza sonaron el sábado en todo el sur de Israel por primera vez en unos dos días.
¿Adónde debemos ir?
Israel lleva tiempo instando a los residentes a abandonar las zonas del norte de Gaza, pero sus fuerzas también han estado bombardeando objetivos en el centro y el sur del pequeño enclave costero.
«¿Adónde debemos ir? No hay ningún lugar seguro», dijo a Reuters por teléfono Ziad, médico y padre de seis hijos. «Piden a la gente que se dirija a (la ciudad central de Gaza de) Deir Al-Balah, donde bombardean día y noche».
Al menos cuatro personas, entre ellas una niña, murieron en un ataque aéreo israelí contra una casa en el campo de refugiados de Al-Bureij, en el centro de la Franja de Gaza, según informaron los médicos el sábado.
Asimismo, se celebró el entierro de una familia de cuatro personas que fallecieron en un ataque aéreo israelí contra Jan Yunis, en el sur de Gaza.
«Se supone que estas personas deberían estar seguras en sus casas y protegidas por la ley, pero (…) el derecho internacional se ha derrumbado. Si Israel estuviera en la posición de los palestinos, el mundo no se quedaría quieto y actuaría», afirmó Ramzy Aidy, residente en Gaza y doctor en Derecho.
El conflicto se ha extendido más allá de Gaza, incluso al mar Rojo, donde las fuerzas hutíes de Yemen, alineadas con Irán, han estado atacando buques con misiles y aviones no tripulados en represalia por el asalto de Israel al enclave, cuyos gobernantes de Hamás también están respaldados por Teherán.
Un buque mercante afiliado a Israel en el Mar Arábigo frente a la costa occidental de la India fue alcanzado por un vehículo aéreo no tripulado, provocando un incendio, dijo el sábado la empresa británica de seguridad marítima Ambrey.
Un comandante de la Guardia Revolucionaria iraní afirmó que el mar Mediterráneo podría cerrarse si Estados Unidos y sus aliados siguen cometiendo «crímenes» en Gaza, informaron el sábado los medios iraníes, sin explicar cómo ocurriría eso.
Tras días de discusiones para evitar la amenaza de veto de Estados Unidos, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el viernes una resolución que insta a tomar medidas para permitir «un acceso humanitario seguro, sin trabas y ampliado» a Gaza y «las condiciones para un cese sostenible» de los combates.
Fuente: Reuters
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