Por Alex Lawler – (Reuters)
En 1973, los miembros árabes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo pusieron de rodillas a la economía de Estados Unidos. Ahora, es más que probable que el cártel creado hace 60 años haga lo que desee Washington.
Desde que Arabia Saudita y otros miembros árabes de la OPEP impusieron su famoso embargo petrolero como retribución por el apoyo de Estados Unidos a Israel durante la guerra de Yom Kippur, los cambios en la política mundial y el aumento de la producción petrolera de Estados Unidos han domesticado al grupo.
Dos miembros más agresivos de la OPEP, Irán y Venezuela, han sido marginados por las sanciones de Estados Unidos, mientras que su principal líder, Arabia Saudita, ha demostrado que prefiere aplacar a Washington antes que arriesgarse a perder el apoyo estadounidense, según afirman responsables actuales y anteriores de la OPEP.
Si bien la OPEP como bloque resistió la presión de Estados Unidos para bajar los precios del petróleo durante décadas, en particular en 2011 durante el levantamiento contra Muammar Gaddafi en Libia, su historial en los últimos tres años ha sido en gran medida de capitulación, según estas fuentes.
Fundada en Bagdad el 14 de septiembre de 1960 para contrarrestar el poder de siete compañías petroleras estadounidenses y británicas, la OPEP ha cedido repetidamente a la presión de Washington para producir más petróleo desde que el presidente estadounidense Donald Trump asumió el cargo a principios de 2017.
Trump ha pedido con frecuencia que se bajen los precios de la gasolina para ayudar a los consumidores estadounidenses.
Y cuando los precios bajaron demasiado para que las empresas de perforación de Estados Unidos ganaran dinero este año, la OPEP ha llegado a un acuerdo para subirlos ligeramente, en un acuerdo espoleado por la amenaza de Washington de reducir su apoyo militar a Riad, según han dicho fuentes consultadas a Reuters.
“Trump encarga a Arabia Saudita lo que necesita en cuanto al precio del petróleo, y se lo complace”, dijo a Reuters Chakib Khelil, quien fue ministro de petróleo de Argelia durante una década y presidente de la OPEP en 2001 y 2008. “Así que efectivamente la OPEP ha cambiado”.
Ni el Ministerio de Energía saudí ni la Casa Blanca quisieron hacer comentarios.
Reuters habló con ocho responsables actuales y anteriores de la OPEP, que representan más de un tercio de la producción del grupo, así como con analistas, operadores del mercado e inversores para preguntar cómo han repercutido las sanciones de Estados Unidos a Irán y Venezuela sobre la influencia de Arabia Saudita en la OPEP, y si eso ha cambiado la dinámica con Washington.
Un responsable de la OPEP en la sede del grupo en Viena se negó a hacer comentarios, indicando que Reuters debería preguntar a los Estados miembros. Las autoridades petroleras y otros representantes de los Gobiernos de Irán y Venezuela no respondieron inmediatamente a las solicitudes de comentarios enviadas por Reuters.
LA PRODUCCIÓN DE EEUU SE DISPARA
Arabia Saudita ha sido el principal productor de la OPEP durante décadas, lo que le ha dado el mayor peso en la toma de decisiones, y el hecho de relegar a un segundo plano a Irán y Venezuela no ha hecho sino aumentar su influencia.
La participación de Irán en la producción de la OPEP se ha reducido casi a la mitad, a casi el 7,5% desde 2010, mientras que la de Venezuela se ha derrumbado de casi un 10% a un 2,3%, según los cálculos de Reuters basados en datos de la OPEP. La participación de Arabia Saudita, mientras tanto, ha aumentado 7 puntos porcentuales hasta el 35%.
Irán y Venezuela, que fundaron la OPEP junto con Irak, Kuwait y Arabia Saudita, se habían opuesto sistemáticamente a cualquier medida para bajar los precios del petróleo ante la presión de EEUU.
El mayor dominio de Arabia Saudita dentro de la OPEP también ha llegado en un momento de mayor producción de petróleo y gas de Estados Unidos, lo que ha convertido al país en el mayor productor de petróleo del mundo y ha reducido su dependencia del combustible extranjero.
La producción estadounidense se ha duplicado con creces en una década, hasta alcanzar más de 12 millones de barriles diarios en 2019, según la Administración de Información de Energía, a medida que la mejora de la tecnología de perforación ha permitido acceder a depósitos previamente no aprovechados.
Las cifras de la OPEP muestran que la participación de Estados Unidos en el mercado mundial del petróleo se ha duplicado desde 2010, mientras que la de la OPEP ha disminuido.
La OPEP se asoció con Rusia y otros nueve productores de petróleo en 2016 para formar un grupo conocido como OPEP+ con el fin de aumentar su influencia colectiva, pero un alto cargo de la Administración Trump dijo que incluso la influencia del nuevo grupo había disminuido a medida que se disparaba la producción de Estados Unidos.
“YA ESTÁ LA OPEP OTRA VEZ”
Trump ha tenido más contacto con la OPEP que sus predecesores, y a menudo se conecta a Twitter para comentar las decisiones de producción y los movimientos del precio del petróleo.
Trump también ha desarrollado una estrecha relación con el gobernante de facto de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, o “MbS”, que depende de Estados Unidos para obtener armas y protección contra rivales regionales como Irán.
“Nunca ha habido una Administración estadounidense más involucrada en la política petrolera internacional y en la OPEP que la presidencia de Trump”, dijo Gary Ross, fundador de Black Gold Investors y experto en la OPEP.
En 2018, cuando los precios del petróleo subieron por encima de los 70 dólares por barril, un nivel que Washington consideraba demasiado alto para los consumidores estadounidenses, Trump disparó un aluvión de mensajes contra el cártel en Twitter.
“Los precios del petróleo son demasiado altos, ya está la OPEP otra vez. ¡Nada bueno!”, tuiteó el 13 de junio de 2018, nueve días antes de una reunión de la OPEP. Mientras la OPEP se reunía en Austria el 22 de junio, Trump escribió: “Espero que la OPEP aumente la producción sustancialmente. Hay que mantener los precios bajos!”.
Más tarde ese mismo día, la OPEP acordó aumentar su producción en un millón de barriles diarios.
Dos miembros de la OPEP, que pidieron no ser identificados debido a lo delicado del asunto, confesaron que las intervenciones de Trump sobre los precios del petróleo efectivamente empujan a la organización a discutir, o incluso ajustar, su política de producción.
Y el perfil de Twitter de Trump se ha convertido en una fuente de preocupación.
“Espero que no haya ningún mensaje en Twitter”, dijo un alto cargo de la OPEP a Reuters el 9 de abril de 2019 después de que los precios del petróleo alcanzaran los 71 dólares por barril, un máximo de cinco meses en ese momento.
Los observadores del mercado petrolero, incluidos los responsables de la OPEP, dicen que la ironía es que los aumentos de precio en 2018 y 2019 se debieron principalmente a las sanciones de Washington a Irán y Venezuela, políticas que redujeron drásticamente la producción diaria de petróleo en unos 3 millones de barriles.
¡GENIAL PARA EL SECTOR!
A principios de este año, Trump quería algo nuevo de la OPEP: un recorte de la producción, para ayudar a las compañías petroleras de Estados Unidos a ganar dinero.
Los precios del petróleo se habían hundido debido a un exceso de oferta causado por una guerra de precios entre Arabia Saudita y Rusia, al mismo tiempo que un desplome de la demanda debido a los confinamientos por el coronavirus en todo el mundo.
“Acabo de hablar con mi amigo MbS ( príncipe heredero) de Arabia Saudita, que habló con el presidente Putin de Rusia, y espero que recorten aproximadamente 10 millones de barriles, y tal vez sustancialmente más, lo que, si sucede, ¡será GENIAL para el sector del petróleo y el gas!”, tuiteó Trump el 2 de abril.
El 12 de abril, la OPEP+ acordó un recorte récord en la producción, equivalente a una décima parte de la producción mundial.
Reuters informó el 30 de abril que Trump le había dado un ultimátum a Bin Salman: reducir la producción o correr el riesgo de una retirada de las tropas de EEUU del reino.
Cuando se le preguntó sobre el ultimátum en aquel momento, Trump respondió: “No tuve que decírselo”. Afirmó que había hablado con MbS por teléfono y que pudieron llegar a un acuerdo sobre los recortes de producción.
La oficina de prensa del Gobierno de Arabia Saudita no respondió a una solicitud de comentarios sobre la información publicada por Reuters en abril.
“En resumen, la OPEP ya no toma decisiones sobre lo que es mejor para sus miembros desde el punto de vista económico, como se supone que debe hacer de acuerdo con sus estatutos”, declaró el argelino Khelil.
“UN REGALO PARA TRUMP”
En 2011, cuando la producción libia se vio afectada por el levantamiento contra Gaddafi, Arabia Saudita trató de convencer a la OPEP de que elevara la producción para bajar los precios. Pero Argelia, Angola, Ecuador, Irán, Irak, Libia y Venezuela se resistieron.
“Anteriormente, tenías un bloque que podía manifestarse con bastante claridad y que de hecho podía cambiar el rumbo de las reuniones”, comentó Samuel Ciszuk, que fundó la consultora ELS Analysis y trabajó para la Agencia Sueca de Energía.
“Ahora, Irán y Venezuela todavía tienen votos, pero están marginados y tienen situaciones económicas y de comercialización tan desesperadas que otros países se cuidan más de alinearse políticamente con ellos”.
Hossein Kazempour Ardebili, exgobernador de la OPEP para Irán, dijo a Reuters que en 2018, cuando la OPEP+ acababa de aumentar su producción tras la presión de Trump, tanto la OPEP como el grupo más amplio habían comenzado a actuar en contra de los intereses de sus miembros más pequeños.
“Le dieron un regalo a Trump con el precio del petróleo mientras infligían una pérdida de ingresos a todos los miembros de la OPEP”, apuntó .
Si bien no hay indicios de que la OPEP esté a punto de sufrir un éxodo de miembros más pequeños como resultado de la dinámica cambiante —y han entrado nuevos miembros— algunos países se han marchado.
Qatar se retiró en 2019, en parte debido a una disputa política con Riad. Otro pequeño productor, Ecuador, se marchó este año e Indonesia lo hizo en 2016. Ambos dijeron que no querían verse limitados por las cuotas de producción de la OPEP.
Otros que pueden estar descontentos con la trayectoria de la OPEP, sin embargo, planean quedarse para poder seguir teniendo voz y voto.
Como dijo una fuente familiarizada con la política petrolera de Irán: “Es importante ser miembro de la OPEP o de la OPEP+ para que puedas maximizar tus intereses”.
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