Una amplia mayoría parlamentaria ha votado a favor de la investidura de Pedro Sánchez como nuevo presidente del Gobierno. El actual líder del Ejecutivo en funciones y secretario general del PSOE ha conseguido el respaldo de 179 diputados y diputadas de hasta ocho grupos políticos diferentes.
Tiene ya el mandato del Congreso para conformar el segundo Gobierno de coalición progresista de la historia de la democracia reciente. Lo hará con Sumar, el espacio que lidera Yolanda Díaz y que integran partidos como Podemos, IU, Más País, Comuns, Compromís o Chunta Aragonesista o MÈS, entre otros.
No ha habido sorpresas y todos los diputados de los grupos socialista, Sumar, ERC, Junts, EH Bildu, PNV, BNG y Coalición Canaria. Con todos ellos ha firmado acuerdos que se plasman en medidas concretas más allá de la ley de amnistía, que ha sobrevolado el ambiente político durante las últimas semanas y el propio debate de esta semana en la Cámara Baja.
Sánchez es presidente del Gobierno desde el año 2018. Presentó una moción de censura contra Mariano Rajoy por los casos de corrupción que asediaban al PP aquellos años. Gobernó en solitario hasta las elecciones de noviembre de 2019. Tras esos comicios llegó a un pacto histórico con Unidas Podemos y que fue firmado junto a Pablo Iglesias, que se convirtió en vicepresidente segundo.
Antes de aquel pacto y de aquella moción de censura, Sánchez ya había intentado ser presidente del Gobierno en el año 2016. Pactó con Ciudadanos un acuerdo de Gobierno que no contaba con los apoyos parlamentarios suficientes. Pero aún así acudió al debate de investidura, que perdió.
Ese año 2016 fue clave en la trayectoria política de Sánchez y del PSOE. El líder socialista se negó después a abstenerse en la investidura de Rajoy. La cúpula de su partido lo forzó a dimitir en un Comité Federal traumático que abrió en canal a los socialistas. Sánchez dimitió y con él fuera la inmensa mayoría de diputados del PSOE (excepto diez) se abstuvo y favoreció que Rajoy fuera presidente.
Meses después se presentó a unas primarias contra Susana Díaz y Patxi López. Con todo en contra, ganó el proceso y volvió a convertirse en secretario general del PSOE gracias al apoyo mayoritario de unas bases que no perdonaron el favor a la derecha.
Sánchez se enfrenta ahora a una legislatura compleja, como reconocen de forma insistente en las filas socialistas. Los acuerdos con el resto de grupos deberían en teoría darle cierta estabilidad. Pero algunos de sus socios, especialmente Junts y ERC, ya han avisado que esa estabilidad para ir aprobando leyes solo se dará si el PSOE cumple los acuerdos. Sánchez tiene el reto de aunar a una mayoría muy diversa y llegar a consensos amplios con partidos de ideologías muy diversas.
La presidenta del Congreso, Francina Armengol, acudirá previsiblemente en la tarde de este jueves al Palacio de la Zarzuela para comunicar al rey Felipe VI el resultado de la investidura. La incógnita ahora, que no desvelan ni en Moncloa ni en el PSOE, es cuándo se producirá el anuncio de los integrantes del nuevo Consejo de Ministros. Un de las opciones que más suena es que se produzca este mismo fin de semana. Antes, probablemente este viernes, Sánchez tiene que acudir también a Zarzuela para jurar su cargo ante el monarca.
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