Exclusiva | Plataforma de noticias

Audios y Noticias desde Santiago del Estero, para toda Argentina y el Mundo. Exclusiva | Plataforma de noticias

Victoria de Biden por la aprobación de su ambicioso plan de infraestructura

Tras meses de complicadas negociaciones, el Congreso estadounidense aprobó la iniciativa que prevé invertir unos 1,2 billones de dólares para modernizar autopistas, puentes e Internet de banda ancha. En tanto, se espera la votación de un plan de reformas sociales y ecológicas.
¡Compartilo!

Después de una dura derrota electoral en un estado demócrata y tras meses de tensiones cada más vez públicas dentro de las bancadas oficialistas, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, finalmente se anotó una victoria con la aprobación de su gigantesco plan de infraestructura en el Congreso, estimado en poco más de un billón de dólares, un logro que el mandatario calificó como «un avance colosal para la nación».

«A todos aquellos que se sienten abandonados y marginados por una economía que cambia tan rápidamente: esta ley es para ustedes», aseguró, sonriente, el presidente en un mensaje a la nación, apenas cuatro días después de la derrota del gobernador demócrata en Virginia frente a un republicano apoyado por el exmandatario Donald Trump, un resultado que no había pronosticado ningún sondeo.

«Hicimos algo que se adeudaba y se hablaba hace mucho tiempo en Washington, pero que nunca realmente se había impulsado», se congratuló Biden y agregó: «Esta es una inversión como solo existe una vez en una generación, que creará millones de empleos, modernizará nuestra infraestructura, nuestras rutas, nuestros puertos, nuestra banda ancha. Convertirá a la crisis climática en una oportunidad. Y nos pone en el rumbo correcto para ganar la competencia económica del siglo XXI que enfrentamos con China y otros países grandes,» según reprodujo la cadena de noticias ABC.

La ley que fue aprobada anoche por la Cámara baja del Congreso asignará una inversión de 110.000 millones de dólares para rutas, puentes y autopistas; 66.000 millones para transporte ferroviario de pasajeros, 39.000 millones para transporte público en general, 65.000 millones para mejor el acceso a la banda ancha de internet y 55.000 millones para infraestructura de agua y gestión de residuos.

En total, el Gobierno de Biden estima que este paquete masivo de inversión pública creará un millón y medio de puestos de trabajo promedio cada año durante una década.

La llamada ley de infraestructura es uno de los tres ejes de la política económica diseñada por Biden en este primer año de gestión. Los otros dos son la ley de rescate nacional para recuperar a la economía y al país en general de los efectos de la pandemia -que fue aprobado en marzo por un monto de 1,9 billones de dólares- y su vasto paquete de 1,75 billones de dólares para reformar el sistema de bienestar y para luchar contra el cambio climático, que aún sigue trabado en el Congreso.

La ley de infraestructura fue ayer aprobada por 228 votos a favor y 206 en contra; 13 congresistas republicanos se sumaron al oficialismo y seis demócratas del ala más de izquierda del partido rompieron la línea de la bancada y votaron en contra, entre ellos Alexandria Ocasio-Cortez, Ilhan Omar, Ayanna Pressley y Rashida Tlaib.

Este sector reclamaba que primero se votara primero el plan de reconstrucción, bautizado como Reconstruir mejor, una de las iniciativas más ambiciosas del Gobierno de Biden que comenzó con un presupuesto de 3,5 billones de dólares y luego fue reducido a 1,75 millones para lograr la aprobación en el Senado, donde dos demócratas liberales obstaculizaron todos los intentos de avanzar la versión original.

Después de casi tres meses de tensas negociaciones, que incluyeron advertencias cruzadas entre legisladores oficialistas y la Casa Blanca, la titular de la Cámara baja, la demócrata Nancy Pelosi, logró negociar que la ley conocida como Reconstruir Mejor será votada más adelante cuando la Oficina de Presupuesto del Congreso analice el texto del proyecto de ley y concluya el impacto que ésta tendrá sobre el creciente déficit fiscal del Gobierno federal.

A cambio, consiguió el apoyo de un grupo minoritario de la oposición y la promesa del ala de izquierda de la bancada demócrata para no bloquear la votación y permitió la aprobación de la ley de infraestructura, que ahora solo debe ser promulgada por Biden.

El plan de Reconstruir mejor es defendido especialmente por el sector más progresista de los demócratas porque, a diferencia de los otros dos grandes planes que apuntan a inversiones más tradicionales en el país, apunta a apuntalar el Estado de bienestar, debilitado en el país desde los años 70, y garantizar nuevos derechos.

Por ejemplo, prevé la creación guarderías para todos, una profunda mejora de la cobertura sanitaria e importantes inversiones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

«Seré claro: vamos a aprobarlo en la Cámara de Representantes y vamos a aprobarlo en el Senado», prometió, con una renovada confianza Biden en su mensaje a la nación de hoy y adelantó que cuando esto se concrete será otra «inversión histórica».

Incluso se animó a ponerle fecha a la votación en la Cámara baja del Congreso: la semana del próximo 15 de noviembre, según reprodujo la agencia de noticias AFP.

Pero para conseguirlo, Biden y su Gobierno deberán conseguir un difícil equilibrio entre los legisladores demócratas más liberales que se suman a la oposición y se muestran preocupados por el efecto que tamaña inversión pública tenga en la inflación y el déficit público, y el ala más progresista de las bancadas oficialistas que reclaman mantener el espíritu original del ambicioso proyecto de ley, uno de los ejes de las promesas de la gestión de Biden desde el primer día.

Fuente Telam