El sector industrial argentino atraviesa un momento crítico debido a las políticas de liberación y desregulación impulsadas por el gobierno de Javier Milei. La situación, marcada por el cierre de fábricas y la pérdida de puestos de trabajo, fue analizada en profundidad por el especialista en Comercio Internacional Emilio Sialle en una entrevista con Radio Exclusiva.
Crisis de competitividad y comercio estancado
Sialle destacó que, además del cierre de industrias, el país enfrenta un grave problema de falta de fluidez comercial, no solo a nivel mundial sino, crucialmente, con la región.
»Nosotros tenemos que reactivar lo que es el Mercosur y los acuerdos bilaterales también. Aparte está unido con países como Brasil, Uruguay y Paraguay, con Bolivia también, pero no está pasando eso,» afirmó Sialle.
El especialista explicó que esta falta de actividad se traduce directamente en la pérdida de empleo. Las fábricas nacionales están cerrando porque no logran competir con las importaciones, un factor agravado por un dólar no competitivo para las empresas locales.
El fenómeno de la deslocalización comercial
Una tendencia preocupante que comienza a surgir es la de empresarios que optan por un modelo de negocio con mínima o nula infraestructura física.
»Hay muchos empresarios y algunos monopolios que están empezando también a generar otro tipo de negocio, otro tipo de servicio y otro tipo de comercio, que es tener los productos y sin tener una instalación empezar a venderlos. Eso va a pasar mucho,» advirtió Sialle.
Esta modalidad, junto con la suba constante de precios en productos esenciales como los alimentos, complejiza el panorama económico interno.
Disparo de precios internos: el caso de la carne
La liberación de las exportaciones, ejemplificada en el sector cárnico, está generando un fuerte desequilibrio entre el mercado externo y el interno. Sialle detalló que, con la liberación de las exportaciones, se privilegia la venta al exterior, incluso de ganado joven.
»No hay novillo pesado para exportación, están comprando el ternero, la ternera, los bisitos livianos para engordar y para exportar,» señaló.
Mientras se destina ganado a la exportación, la oferta para el mercado interno se reduce drásticamente, provocando un aumento descontrolado de precios. El especialista indicó que el precio de la carne ya subió casi un 15% y podría seguir escalando.
La crítica a la falta de equilibrio y control
La raíz del problema, según Sialle, es la liberación total de la economía sin mecanismos de control o estabilidad.
»Siempre tiene que haber una estabilidad digamos de cierta no digo intervención directa pero sí entre los comercios monopolios para ver que no suba todo sino cada uno va a poner sus precios,» enfatizó.
La ausencia de un control efectivo permite que cada productor y comerciante fije sus propios precios, lo cual genera una incertidumbre y un desequilibrio que afecta al consumidor final y a la industria. Este fenómeno, ya visible en la carne, advierte Sialle, podría replicarse en otros productos clave como la yerba, el limón o la soja.
El especialista concluyó con la necesidad urgente de que el Estado logre un equilibrio en sus políticas exteriores e interiores, un objetivo que, a su juicio, el gobierno actual parece no estar buscando activamente al liberar completamente las variables económicas.

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