El cierre del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENOHSA) por parte del gobierno de Javier Milei ha generado una ola de preocupación, especialmente por el impacto en las poblaciones más vulnerables del país. Esta mañana, el titular del ENRESE, Juan Domingo Roitman, expresó su inquietud en el programa «Amanecer Exclusivo» sobre las consecuencias de esta medida.
Roitman destacó que el ENOHSA era el ente encargado de adjudicar las obras hídricas a nivel nacional, y su desaparición deja un vacío significativo en la planificación y ejecución de proyectos cruciales para el acceso al agua potable y el saneamiento. Si bien se congratuló por la reanudación de la obra de la Cloaca Máxima en Añatuya, enfatizó que esta es solo una excepción dentro de un panorama general preocupante.
Según Roitman, el cierre del ENOHSA afecta directamente a aproximadamente 16 millones de argentinos que aún carecen de acceso a cloacas y agua segura en diversas ciudades del país. Esta población, mayoritariamente de bajos recursos, se verá especialmente perjudicada por la falta de inversión y planificación en infraestructura hídrica. La eliminación del ENOHSA representa un retroceso significativo en los esfuerzos por garantizar el acceso a servicios básicos esenciales para una vida digna. Las consecuencias a largo plazo de esta decisión aún son inciertas y generan una gran incertidumbre en el futuro del saneamiento en Argentina. Se espera que en los próximos días se aclaren los planes del gobierno para abordar la problemática del acceso al agua y saneamiento en el país.
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