Colmada de bombos y banderas, con una notoria presencia de los sindicatos y distintos sectores del kirchnerismo, la plaza Lavalle se transformó en la tarde de ayer en la sede de un embate concreto contra el Poder Judicial: el pedido de renuncia de los cuatro jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
«Para mi ha sido una grata sorpresa el hecho de haber visto tanta gente movilizándose bajo una consigna tan clara que básicamente se refiere al rechazo del manejo actual del sistema de la justicia que tiene que ver mucho con estos últimos escándalos de persecución política».
«El lawfare, ha significado la persecución de distintos pensamientos políticos en todo América Latina. Aquí en Argentina también hemos podidos ver en causas de los funcionarios kirchneristas que se han ido cayendo por falta de pruebas, como la causa de los cuadernos y la ruta del dinero K. Engarzadas con el poder mediático llevan a causar efectos políticos que determinaban las elecciones del país»
«Comparto las expresiones del Juez Ramos Padilla, además que existen normativas indiscutibles que dicen que tiene equidad de género, una composición federal de la misma y todo eso ha sido violado por esta Corte Suprema y que tiene ese estigma inicial de haber sido impuesta por decreto».
«La marcha de ayer ha sido una sorpresa, nosotros hemos podido ver a lo largo de los años que la política se ha judicializado, y esta judicialización va en contra de la tradición argentina, porque busca secuestrar a la política. En algún momento va a ser insostenible y las personas que estaban ahí entendían porqué estaban en el lugar».
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