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En diálogo con Radio Exclusiva, el economista y referente político Marcelo Ramal lanzó una dura advertencia sobre el trasfondo de la reforma laboral que impulsa el Gobierno nacional. Según Ramal, la iniciativa no busca crear empleo, sino desarticular la naturaleza protectora del derecho del trabajo para favorecer una relación de fuerzas desigual.
La ruptura de la protección histórica
Ramal comenzó explicando que el derecho laboral nació históricamente para equilibrar una relación que es intrínsecamente desigual: la del capital frente al trabajador. «El que vende su capacidad de trabajar es lo único que tiene», señaló, para luego contrastar este concepto con el objetivo de la reforma actual.
»Lo que el gobierno quiere votar ahora es el sentido inverso: una legislación todavía más arrasadora del capital sobre el trabajo, quitando derechos fundamentales como la jornada de ocho horas y las conquistas de las convenciones colectivas», sentenció.
El trabajo como ámbito sin libertad
Uno de los puntos más polémicos de su análisis fue la comparación de los nuevos entornos laborales con instituciones de encierro. Para Ramal, la reforma impone dentro de las empresas un orden jurídico inferior al de la vida social común.
- Restricción de derechos: «Una persona tiene derecho a circular, reunirse y expresarse en su vida normal, pero al entrar al trabajo con esta reforma, los pierde».
- La analogía del cuartel: El economista afirmó que solo existen otros dos lugares donde se pierden estos derechos básicos: el cuartel y la cárcel. «La reforma laboral reduce los derechos del trabajador a los que existen en un lugar donde las personas están privadas de la libertad», aseguró.
Negociaciones políticas y «trituradora» social
El análisis de Ramal también vinculó la reforma con el escenario político actual, mencionando que el Gobierno ha logrado un «arco político significativo» mediante negociaciones con gobernadores, que involucran el Presupuesto 2026.
En este contexto, enmarcó la reforma laboral dentro de un ajuste mayor que ya ha golpeado otros sectores: «En el día de ayer quedaron definitivamente abolidas las leyes de financiamiento universitario y discapacidad. Estamos ante una trituradora de todos los derechos sociales».
Finalmente, Ramal desestimó el argumento oficial de que estas medidas fomentarán el empleo registrado. Según su visión, la eliminación de multas y protecciones no crea puestos de trabajo, sino que legaliza las violaciones laborales que ya ocurren en la práctica, dejando al trabajador en un estado de vulnerabilidad absoluta frente al poder económico.
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