Por Gustavo Yocca
Es hasta casi admirable la capacidad de ciertos medios de comunicación para seguir insistiendo en que el país está cada vez peor y que las cosas en el gobierno están a punto de explotar, que ni siquiera los datos oficiales, ni las voces de algunos sectores no alineados con el gobierno, les permiten cambiar su discurso rayano a la ignominia y la desesperación.
En medio de una pandemia que lleva 11 meses y que se produjo antes de los 100 días de asumido el actual gobierno, algunas buenas noticias que parecieran aflorar en el horizonte provocan desesperación en los sectores mas concentrados de la economía.
Una medida como lo recientemente anunciada sobre una tarifa ¨ social ¨ para los servicios básicos de telefonía, cable e internet, volvió a encolerizar a los grandes jugadores del 4 play que ya buscan destruir con cualquier tipo de argumentos que el sistema ideado por el gobierno es imposible de implementar y que va a significar el colapso de las empresas.
Es llamativo como sin ni siquiera conocer la letra chica de la medida, ya se alzan voces ( la mayoría poco conocidas o integrantes del plantel a sueldo de algunos medios pero disfrazados bajo el caparazón de especialistas o analistas ) que combaten a capa y espada una medida que a todas luces es un avance y una política social activa a favor de los que menos tienen.
No hay duda que una medida con la magnitud de la anunciada generará de entrada problemas de implementación y cierta complejidad en su puesta en marcha, pero el sentido de la iniciativa es un acto de estricta justicia que quienes se pasan la vida hablando de que la educación es la única herramienta para salir de la pobreza, deberían estar de acuerdo con fomentar el acceso al mundo del conocimiento que proporciona internet al la gente de bajos recursos.
En el plano de la economía, los grandes empresarios de los sectores industriales y de la construcción han hablado de las expectativas favorables que perciben en lo que puede ser el año del comienzo de la recuperación del proceso productivo.
Mas allá del remanído argumentó sobre que los empresarios no invierten en países que no tiene previsibilidad jurídica, o que no alientan la inversión o que no plantean reglas claras (argumentos mas que ciertos si no fuera por que no son esas las verdaderas causas de su apuesta al fracaso ) el empresariado nacional ve en el año 2021 una oportunidad para un repunte importante de bastos sectores de la economía.
Un panorama con sueldos bajos en dólares, con una moratoria que les permite acomodar las perdidas acumuladas durante la pandemia, mas tarifas congeladas y una clara intención de reactivar la demanda por intermedio del consumo interno hacen ver que las perspectivas de estos empresarios no son infundadas.
Sin embargo los ¨analistas económicos ¨ siguen apostando al fracaso y ahora les toca el turno de insistir con los números de la inflación de este año.
Sin perjuicio de aclarar que a este gran flagelo que azota a nuestro país desde la década de los 60, éste gobierno esta muy lejos de controlar, las probabilidades de una inflación cerrando por debajo del 40 % contra el 54 % del año 2019 sobre todo cuando los agoreros habían pronosticado un numero por arriba del 60 % daña la imagen de estos compíscuos analistas. Pero muy sueltos de cuerpo ahora comienzan a hablar de una caída del PBI cercana al 12 por ciento cuando en realidad el numero podría ser mas bajo pero ademas como si se hubiesen olvidado que una pandemia sacudió al mundo y que toda la economía global va a caer estrepitosamente.
Que la inflación le va a ganar una vez mas a los salarios y las jubilaciones ( 38 contra 33 ) es una verdad de perogrullo pero que antes de terminar el año el gobierno manifesté públicamente su interés en incrementar el consumo y poner en marcha a las pymes locales genera, por lo menos, un cierto grado de esperanza en lo que a recuperación de la capacidad adquisitiva se necesita.
Con lo las vacunas, sus marcas y sus calidades, la oposición mediática y política ha seguido el mismo derrotero que en las demás áreas. Lo primero que hacen es decir que las vacunas no van a llegar en las fechas anunciadas, que no es posible que nos obliguen a inyectarnos las vacunas de los comunistas, que todo se demora por los negociados que los funcionarios del gobierno quieren hacer para sus bolsillos, pero no se escucha una voz que agradezca al cielo y a las políticas publicas en materia de salud, que la pandemia terminará esta primera etapa siendo mas leve de lo que podría haber sido, y que Argentina estará entre los primero doce países que contarán con una importante cantidad de dosis para comenzar la vacunación.
Sin duda que la comunicación del gobierno en materia de salud es poco mas que mediocre y que los errores a los que han llevado algunas veces al Presidente en está área generándole desgaste y perdidas de credibilidad merece ser corregido de manera urgente. Hasta parece claro que ese es uno de los ministerios que a esta altura necesita un recambio, pero el haber dado la pelea en medio de la oscuridad contra un virus que nadie conocía también merecería un poco de valoración y respeto.
En el plano de la política, las críticas sobre la relación de la binomio presidencial los pone nuevamente en el juego circense. Que están peleados, que no lo están. Que él es un títere, que no la escucha. Qué se hablan, que no se hablan. Que ella aparece, que ella no aparece. Que lo respalda, que lo ningunea. Qué le marca la cancha con criticas a los funcionarios del gabinete frente al propio Presidente, que debería ser más enérgica en sus reclamos. Y así podríamos seguir con tantas de estas fábulas.
El acto de ayer en La Plata, -principal distrito electoral del país de cara a las elecciones del año próximo-, ha sorprendido a propios y extraños. A los de afuera por que esa foto de la unidad en la diversidad les muestra que si siguen unidos seguirán siendo mayoría y gobernando; y a los propios que buscan radicalizar el modelo y por tanto juegan a una ruptura profunda en el seno de la coalición gobernante, por que tendrán que seguir esperando para que eso ocurra.
Algunos se rasgan las vestiduras al escuchar que la Vice Presidenta cuando exhorta a los funcionarios y legisladores a ser mas entusiastas en la defensa de los intereses del pueblo, como si un cuadro político de esa envergadura que además fue la ideóloga de esta coalición que gobierna no tuviera ningún derecho a opinar del gobierno que integra y que ideó.
No es la primera vez que hace exhortaciones en tal sentido. Mas allá de las formas ( a nadie debería extrañarle que no sea Alberto el que le pida que las haga ) es innegable que áreas como salud, comunicación y política deben ser revisadas y en muchos casos los recambios parecen sensatos. Pero quien piensa que quien es la política más votada de este país ( mas allá que les pese a propios o extraños ) no pueda expresar esos pensamientos en publico por que daña la imagen presidencial es que directamente no conoce a Cristina.
En fin, …… como dice un flyer que circulaba hoy por las redes: ¨Quien siga sin entender o aceptar por que CFK es un inmenso cuadro político, también debería buscar un laburo que no sea de analista. ¨
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