Más de tres millones y medio de toneladas de soja cosechadas. Más de cinco millones de toneladas de maíz (del cual una gran parte se consume para la terminación del ciclo de engorde de hacienda vacuna en feedlot, o sea, ya no se exporta como materia prima). Más de setenta millones de dólares en ventas al exterior de carne vacuna desde el frigorífico instalado en nuestra provincia.
La mayor generadora de dólares por exportaciones de todo el norte argentino. Ubicada entre las diez provincias que más le venden al mundo. Representando ya el dos por ciento del volumen exportable de toda la producción argentina y siendo la provincia con mayores exportaciones de todo el norte por arriba de Tucumán y Salta (1,4 % cada una), de Jujuy (0,5 %), de La Rioja (0,3 %) y de Catamarca (0,2 %). Alcanzando un mayor volumen de materia exportable que algunas provincias de la región pampeana. Quinientos Cincuenta Millones de Dólares de exportaciones en el primer semestre de este año. Y así podríamos seguir resaltando más datos y datos. Pero no desespere. ¿Usted se estará preguntando a qué provincia me refiero? Sí. Exactamente. Aunque no lo crea, estoy hablando de Santiago del Estero.
Todos estos datos se corresponden con las campaña agrícola de la cosecha 2019/2020, y con el primer semestre de exportaciones de productos de la República Argentina. Un solo dato para completar y poder abrir un análisis más conceptual. La cosecha de Maíz fue un 70% mayor que el promedio histórico de la ultima década. Santiago crece y crece en la extensión de su frontera agrícola ganadera y aumenta cada día mas su participación por cada dólar que ingresa a la Argentina por exportaciones. Estos datos -no lo suficientemente divulgados- abren grandes esperanzas para el futuro de la provincia y de nuestros comprovincianos y nos obligan a plantearnos distintos desafíos de cara a un futuro muy cercano.
Una de las primeras preguntas que nos hacemos al revisar nuevamente estos números es: ¿Dónde está toda esa riqueza ? ¿La actividad privada reinvierte esas ganancias en actividades productivas o de servicios en Santiago? ¿Por qué esos montos millonarios en dólares no se visibilizan en nuestro panorama santiagueño? También podríamos pensar -sobre todo los habitantes de la ciudad capital- ¿Dónde están esos agricultores que producen tamaña montaña de dólares? ¿Cuántos agricultores conocemos que participan en la generación de esa riqueza? Y ahí podemos hacer distintos análisis dependiendo de la perspectiva desde la que nos aproximemos al meollo de la cuestión.
Una primera mirada diría que las ganancias que genera toda esa producción deja su secuela en Santiago a través de distintos beneficios como empleo directo (sobre todo en la ganadería), venta de semillas, agroquímicos, alambres, postes, combustibles, maquinaría agrícola y otras actividades comerciales; con más los ingresos directos al fisco por ingresos brutos, sellos, guías, inmobiliario y otros tributos. Pero, por otro lado, también advertimos que la gran mayoría de los productores que generan esos recursos, o no son nativos, o no viven en Santiago. Así como la primera oleada de agricultores que vinieron en los años 90 a la zona de Bandera, Los Juríes y el Colorado eran mayoritariamente de Buenos Aires o Santa Fé, éste segundo tándem que comenzó a aterrizar luego de la salida de la crisis del 2001, fue en su mayoría de la Provincia de Córdoba y en menor medida de Tucumán y Salta, con la lógica conclusión que los dineros que se generan en los campos de nuestra provincia regresaron -y continúan regresando- a las provincias de residencia de esos productores, dejando solo un remanente de esas ganancias en nuestro terruño.
¿Qué acciones se podrían emprender para lograr que esas ganancias quedaran en nuestra provincia? pero, por sobre todo, ¿Cómo se podría contribuir a que nuevos actores locales se incorporen a éste Santiago productivo para lograr una mayor expansión de estas y otras actividades con agregado de valor en sus distintas facetas? Las respuestas no son fáciles ni sencillas, pero podríamos ensayar algunas ideas. Por un lado una articulación de políticas públicas y privadas que entre otras cosas permitan: a) El fomento a la constitución de nuevas cooperativas de pequeños productores y al apoyo a las ya existentes, que posibiliten mejorar el manejo de sus fundos y la ampliación de sus áreas sembradas; b) La creación de sociedades anónimas con participación estatal mayoritaria que permitan que el Estado participe en sociedad con los privados en emprendimientos agro ganaderos o industriales, (plantas de bioetanol por ejemplo) para la generación de riqueza, y c) La puesta en marcha de una política de fomento a la producción privada a través de un plan de venta de tierras fiscales no esenciales con fines productivos y respetando el medio ambiente, o la adquisición de campos de particulares que no estén en producción, utilizando para ello líneas de crédito para compra y desarrollo con tasas de interés mesuradas y garantías hipotecarias que aseguran el retorno de los dineros públicos utilizados.
El estado provincial no ha sido ajeno al inmenso crecimiento que el agro y la ganadería han tenido en estos últimos años. Una política activa en materia de valuaciones fiscales moderadas que permiten el pago del impuesto inmobiliario mas barato del país, la permanente interacción con los movimientos campesinos en aras de solucionar los conflictos con los pueblos originarios y los trabajadores ancestrales de los campos, el mantenimiento de rutas y caminos vecinales (mas allá de la necesidad siempre recurrente de mejoramiento o mejoras), los bajos gravámenes a la producción con alícuotas razonables, el apoyo a las sociedades rurales, el decidido fomento a las Expo Ferias ganaderas en distintos lugares de la provincia, el cobro de cánones de riego a valores de fomento, la férrea defensa de nuestras tierras fiscales de los seudo empresarios que pretenden usurparlas, son muestras claras que desde el Gobierno Provincial se mira con atención lo que pasa en la producción agrícola ganadera. Sin ir más lejos, en la última visita presidencial, el Gobernador Zamora llevó al Presidente de la Nación a conocer la planta de mega fardos, lo que demuestra palmariamente el interés del primer mandatario por lo que el agro está aportando a la provincia.
Va de suyo que siempre se puede hacer más y tal vez -y entre otras cosas- una mayor coordinación entre todos los estamentos del estado vinculados a la ¨problemática de la tierra¨ en general ( Ministerio de Agricultura y Ganadería, Dirección Provincial de Tierras, Dirección de Riego, Catastro, Bosques, Rentas, Registro de la Propiedad, Fiscalía de Estado, Mesa de Tierras y otras) permitiría una mejor coordinación entre el Estado y los particulares para una más rápida y mejor puesta en marcha o sostenibilidad de estas actividades y de nuevas inversiones. Generar algunas políticas de incentivos con desgravaciones impositivas para quienes re inviertan esas ganancias en nuestro terruño, podría ser también una idea a desarrollar. Por último, un plan de incentivos de la Nación que permitan la creación de nuevos pueblos en el interior provincial que se organicen en pequeñas comunidades auto sustentables y que alejen a las nuevas generaciones de los conurbanos de las grandes ciudades -reservorios de pobreza y marginalidad- podrían ser temas a planificar y discutir con el Estado Nacional. Santiago ya no es una provincia pobre aunque algunos no lo quieran ver.
Muchas cosas se hicieron desde el sector público y también desde los sectores productivos. Muchas más se pueden hacer siempre, y de hecho se están haciendo (la sola mención de la inversión del gobierno de la provincia en el sector del turismo y el creciente empuje al nodo tecnológico, son dos muestras claras de que hay un estado presente en pos del crecimiento real de nuestros recursos y un empresariado que aporta lo suyo desde el anonimato). Solo se trata de seguir interactuando y que entre todos pongamos de lo nuestro para forjar un Santiago más próspero para las generaciones futuras.
Fuentes: Bolsa de Cereales de Córdoba, Revista Infonegocios
Dentro del plan de desarrollo que presentaba en 1970 con la denominacion de Plan de ordenamiento territorial de Santiago del Estero elaborado por el Arquitecto Víctor Sebastián Medina sustentaba un punto esencial sobre la tenencia de la tierra en la provincia ya que este desarrollo descansaba en una buena información del catastro provincial y los terrenos fiscales del territorio . ME admira este progreso agrario actual en la provincia ya que el censo agropecuario de 1969 demostró que Santiago superaba a las del norte argentino en ganado vacuno y primero nacional en caprino. Ello mostraba que éramos agrícola y ganadero
Tiene nuestra provincia una enorme potencialidad postergada y el la zona de riego con una gran cantidad de productores que hace décadas viene padeciendo la falta de una política de desarrollo que les permita producir en consonancia con los recrsos naturales que tiene el área. Santiago del Estero no produce la mayoría de los alimentos que consume, tampoco existe una cadena integral del algodón, la horticultura esta atrasada en la aplicación de Tecnología, no hay producción fruticola, no hay matadero de cerdos fábricas de chacinados, no hay cuenca láctea en la zona de riego. Todas actividades demandantes de mano de obra y tecnologia. Importamos alimentos de otras provincias, remuneramos salarios y servicios de otras provincias.
Me parece exelente q mi provincia crezca de esta manera… pero también hay q hablar de la cantidad de bosque nativo depredado para dar lugar a la avaricia desmedida de unos pocos.. o ojalá el gobierno actual aproveche las divisas q ingresan y crea más empleos y muchos menos planes.. de esa manera poder distribuir la riqueza con la gente santiagueña
Plan de Desarrollo Provincial de 1970. El.mencionado Plan de Acondicionamiento Territorial que fuera titulado como plan de desarrollo que fuera entregado al gobierno del Dr. Carlos Jensen Viano que ejercia la gobernacion en esos años y que fuera relatado en un comentario anterior.
Ciertas acciones mencionadas en ese anterior articulo, se planteaba una necesidad de ordenar y clarificar la tenencia de la tierra del territorio provincial que mostraba problemas persistentes de las economías dentro de dicho territorio. En esos años nos habíamos entusiasmado con las acciones de un plan que se denominaba Corporación del Río Dulce que abarcaba acciones de desarrollo en un área de algunos departamentos circundantes con los deptos Ccapital, Río Hondo y algunos circundantes.
Las ideas de esas ideas del acondicionamiento territorial del Plan de desarrollo resaltaba las buenas situaciones de las producciones agro ganaderas de muchas zonas y departamentos del territorio que no lograban crear valores agregados a esas producciones primarias. Ejemplo de estas situaciones serían las producciones lecheras que se entregaban a Córdoba y Santa Fe; a las producciones cabriteras que no daban valores industriales a sus carnes y sus cueros; los mayores valores agregados a la producción algodoneras; los abandonos a provincias vecinas de las industrias del cemento y otros materiales para la construccion; etc. En esa época Santiago era una provincia realizada y como vía de paso a una numerosa cantidad de estaciones de ferrocarriles que unían las provincias del norte con las del centro y de Buenos Aires.