Por Público / publico.es
La Comisión Europea quiere que las inversiones en energía nuclear y gas natural se consideren sostenibles en la transición ecológica. Según la propuesta, pretenden que reciban la etiqueta verde las inversiones en las centrales nucleares que reciban el permiso de construcción antes de 2045 y que también se considere sostenible al gas natural siempre que provenga de energías renovables o tenga bajas emisiones en 2035, según informa Efe.
«Teniendo en cuenta el asesoramiento científico y el actual progreso tecnológico, así como los diferentes retos hacia la transición entre los Estados miembros, la Comisión considera que existe un papel para el gas natural y la nuclear como medio para facilitar la transición hacia un futuro basado predominantemente en las renovables», dijo el Ejecutivo comunitario.
El borrador con la propuesta ya ha circulado por los Estados miembros, según recoge Europa Press, y, más en concreto, plantea dar la calificación de «verde» a los proyectos que sustituyan al carbón y emitan hasta 270 gramos de CO2 por kw/h. Con esta calificación se podrían obtener licencias de construcción hasta 2030, siempre que exista un plan para cambiar a energía renovable o de bajas emisiones antes de finales de 2035.
Así, la energía nuclear podría ser considerada «sostenible» siempre que las nuevas centrales que obtengan los permisos hasta 2045 cumplan una serie de condiciones para evitar un daño importante al medio ambiente y a los acuíferos.
Bruselas pretende aprobar el acto delegado, con una nueva clasificación de las energías verdes, este mes de enero tras consultar con los gobiernos europeos y los expertos, aunque para que entre en vigor aun tiene que recibir el visto bueno del Parlamento Europeo y del Consejo de la UE.
Francia lidera el grupo de países que quieren que la energía nuclear se considere sostenible
Los Estados miembros han estado enfrentados por esta cuestión. Francia lidera el grupo de países que quieren que la energía nuclear se considere sostenible, mientras que Alemania y España se oponen a ello.
El sistema de clasificación de las inversiones de la UE es uno de los factores más estudiados por los inversores de todo el mundo y podría atraer miles de millones de euros para facilitar esta transición «verde», aunque este cambio deberá obtener aún el apoyo político necesario.
En España, los ministros Yolanda Díaz y Alberto Garzón ya se han posicionado en contra.
Los Estados miembro y la Plataforma sobre Finanzas Sostenibles tuvieron hasta el 12 de enero para responder a la propuesta. Entonces la Comisión preparará una ley delegada que será enviada a los países y al Parlamento Europeo para su debate.
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