Carta abierta a Javier Milei

Estimado Javier, te escribo con la franqueza que uso en el cotidiano, con quienes me visitan, en mi casa o en mi pensamiento. Hoy viniste vos, que podrás decirme quien eres, y a mi decirte quien soy. En estos encuentros doy igual trato a otras y otros. Las palabras clave son diálogo, discusión y respuesta.

Con todo afecto, aun sin comprenderte, señalo algunas de tus propuestas de las que me gustaría hablar ya que tienen directa relación con mi vida. Por de pronto, quieres eliminar mi trabajo y sepultar mis ideas, y con ellas, a mí mismo.

En la economía defiendes al capital, que conozco, por lo que combato sus excesos, ya que defiendo al trabajo. Usas la motosierra como símbolo pero no la conoces sino como recurso teatral. No te dicen los libros que has leído lo que significa el hacha en Santiago del Estero y en el Gran Chaco. Tuviste la oportunidad de recibir educación del Estado y se la quieres negar a la generación que nos sucede.

Sabes mejor que yo que tu discurso (copiado y bien actuado) está diseñado para atrapar y escandalizar. Tu campo de acción es un set o tu bunker donde desde tik tok criticas al Papa Francisco o juegas a destruir las figuras de Hipólito Yrigoyen, Ricardo Alfonsín y Néstor Kirschner. Queda clara tu reivindicación de la dictadura que disfrazas en el libre comercio y en tu ídolo: el mercado.

Vos y yo conocemos la soberbia, y por tanto que hay que vencerla con la humildad de los servidores. En política, valores y derechos estamos al servicio de una causa. En nuestro caso, es claro que son distintas. Mientras tú ves transacciones entre productores y consumidores yo miro la comunicación de nuestra sociedad con la naturaleza, que estamos perdiendo y nos coloca al borde de la extinción.

Pero volvamos al teatro y su atuendo. Te has puesto una camisa de once varas que dificulta tu andar en la cancha. No ignoras que podrías pasar a la reserva, en la que tienes un amplio futuro posible. El Museo de Ciencias Naturales de esta provincia recibe con agrado la resurrección de fósiles.

No quiero este destino que prometes con el gesto mesiánico de un iluminado. Bajemos las luces. Vamos a las bases. Aunque no te votaré, te deseo el mejor resultado el 19. A tu disposición en lo que pueda aportar desde el delirium médium que nos permite hablar frente a frente. Espero tu respuesta para seguir la charla.

Saludo cordial de Alberto Tasso.