Francisco Franco Bahamonde, fue un caudillo dictador que gobernó España desde 1936 hasta 1970, momento de su fallecimiento. Su ideología y política visceral marcó una época de paradigmas; un antes y un después para España y la castigada Europa.
La guerra civil española (1936/1939), considerada por muchos como la antesala de la segunda guerra mundial, dejó más de 200.000 muertos y una nación herida en todas sus regiones.
Al comenzar el segundo conflicto belico global, Franco mantuvo la neutralidad, a pesar de su afinidad y alianza con Musolini y Hitler.
En la guerra fría (1950 en adelante), momento de tensión entre EE.UU y La Unión Soviética, su postura paso a beneficiar a Norteamérica a nivel estratégico en las aguas ibéricas. El clima tenso con Marruecos lo llevará a adoptar una nueva agenda internacional.
En 1957, Franco encara una política/económica interior aleccionista hasta sus últimos días de gobierno. Su sucesor, Juan Carlos de Borbón, siguió con su legado y sus normativas principales.
Este modelo económico franquista se basaba en castigar y/o restringir a las regiones, ciudades y comunas españolas que no estén de acuerdo con las ideas gubernamentales y estatales. El no envío de fondos monetarios, el transporte interrumpido y la limitación de recursos agrarios e industriales fueron algunos de sus pilares.
Actualmente, el presidente Milei, está utilizando una estrategia de coerción con la provincia de Chubut. Esto no es más, que un prototipo de aleccionar a una cuidad o región, así las demás restantes del país, vean lo que les puede pasar en el caso de no estar de acuerdo o no cumplir con una política implementada.
Vivimos infinidades de décadas, eras y siglos. Y lo único que nos queda es una rica narrativa contada en forma de cuento sobre los gobiernos que forjaron a los países del mundo.
En nuestro caso, y más allá de todo Centralismo y Federalismo histórico que nos acompaña hasta nuestros días, es sabio decir, que al final del túnel: el diálogo, el entendimiento y la empatía, son las únicas razones claras y correctas parar establecer una nación ordenada, compensanda y unida.
Por Emilio Javier Sialle
Dir: Sialle y Asociados
Analista en Comercio Internacional
Asesor en Economía Política
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