Hay un solo delito infamante para el ciudadano: Que en la lucha en que se deciden los destinos de Esparta, él, no esté en ninguno de los dos bandos o esté en los dos», decía el Gral. Perón citando a Licurgo.
Por las dudas, aclaro que no cuestiono el voto blanco de los votantes de Patricia Bullrich. Esos pueden anular su voto, o aprovechar el finde largo e irse a la costa. Me voy a referir al voto blanco de sectores de izquierda, del progresismo e incluso de algunos que proclaman ortodoxia peronista.
Yo pertenezco la batallón de los prudentes. El 22 de octubre publiqué una nota en AGENCIA PACO URONDO donde decía: “Saldremos primeros o segundos, y habrá un 60 a 70% de votos anti- kirchneristas o anti-peronistas, cuya tendencia natural será volcarse al anti-casta, en una segunda vuelta”.
Tengo confianza de ganar, pero creo que será rasguñando. Recordemos que Lula en primera vuelta le ganó 48 a 43 a Bolsonaro. Pero el balotaje termino 50,9 a 49,1%. Así que considero que no nos sobra ningún voto, y debemos intentar sumar los hasta hoy, votos en blanco, de aquellos que jamas votarían a Milei, es decir los del progresismo y la izquierda.
Hace poco escuché en una nota del periodista cordobés Jorge Vasalo una observación que le hizo un psicólogo amigo: “Jorge repetí en voz alta Mi- lei, Mi- ley … mi ley por encima de todo y de todos”. Ese “Mi” suena a expresión atávica, primitiva, previa a la existencia de la vida en comunidad. A este sentimiento primitivo convoca Milei: “Lo hacen con Mi plata”, “la gane con Mi laburo”, “el estado interfiere en Mi libertad”, etc etc..
Dice el Papa Francisco en la Fratelli Tutti: “Se advierte la penetración cultural de una especie de “deconstruccionismo”, donde la libertad humana pretende construirlo todo desde cero. Deja en pie únicamente la necesidad de consumir sin límites y la acentuación de muchas formas de individualismo sin contenidos. (…)El individualismo no nos hace más libres, más iguales, más hermanos. La mera suma de los intereses individuales no es capaz de generar un mundo mejor para toda la humanidad. Pero el individualismo radical es el virus más difícil de vencer.”
El mundo en red, la sobredosis de información y la horizontalidad de la comunicación, fomentó la fragmentación política. El siglo XXI inauguró primero la era de los “colectivos”. Que, en el inicio, eran grandes agrupamientos sociales que sostenían alguna reivindicación común. Pero, pronto se hicieron cada vez más específicos, más pequeños y más sectarios. Sin embargo “el narcisismo de las pequeñas diferencias” no se satisfizo, ni siquiera con los “micro-colectivos”. Las redes, nos dan la posibilidad que crear nuestro “colectivo” individual, que ya no sería “colectivo” donde viajan unos 40 pasajeros; el individual vendría siendo un monoplaza. Y un grupo de monoplazas se constituyen en el colectivo de los libres pensadores.
Aquí viene la duda, si no es que, debajo de la apariencia ideológica de izquierdas y derechas, no existe un mismo denominador común de ese individualismo atávico, de «Mi libertad» de pensamiento, que defienden con pasión quienes priorizan «Su» conciencia, por encima de toda demanda social.
En uno de los grupos del wasap donde participo, se dio este diálogo, que es muy ilustrativo de lo que digo arriba. Quien voy a llamar Ana, es una mujer de izquierda, militante de DDHH con familiares desaparecidos. Juan es un joven con ideas de izquierda que también tiene un familiar desaparecido. Antes del 22 de octubre, Ana le da una larga explicación de por qué sin ser peronista va a votar a Massa. Se desarrolla este diálogo:
Juan: No estoy en el peronismo cumpa. Soy libre de votar con mi conciencia. ¡Sabés que lindo es tener esa libertad!…
Ana: Ojalá que no te manden votar en blanco, eso ya es una gran cosa. Aunque igual decidas vos personalmente votar en blanco, cosa muy respetable, es una gran cosa que la izquierda no milite el voto en blanco.
Juan: La diferencia es que a mí no me mandan y si la izquierda traiciona sus principios TAMPOCO los voto.
Ana: Esa libertad debe ir acompañada de la responsabilidad de optar por lo que sea menos dañino para el pueblo
Juan: El pueblo trabajador se supone, a esta altura de los acontecimientos, sabe quien le conviene más y quién le conviene menos, y si no lo sabe se tendrá que joder.
Este es un caso típico de un libre pensador, quien además se asume como “voz de los 30 mil”. Comienza ensalzando su libertad individual de “votar con Mi conciencia” , y ni siquiera se reconoce parte de un colectivo de izquierda afirmando: “a Mí no me mandan”.
En cambio la mujer con más edad y experiencia le dice con toda sabiduría: “Esa libertad debe ir acompañada de la responsabilidad de optar por lo que sea menos dañino para el pueblo”. El joven libre pensador responde: “ El pueblo trabajador se supone, sabe quien le conviene más y si no lo sabe se tendrá que joder.” El pueblo se tendrá de joder…¿será una frase políticamente correcta en una persona de izquierda?
Que la historia los juzgue
Como en el golpe del 24 marzo de 1976, muchos sectores de izquierda respondieron: “El pueblo se tendrá que joder” . La idea de “cuanto peor mejor”. O eso de “terminar con la ficción democrática para quedar frente a frente con el enemigo”. Es cierto que en 1976 nadie pensaba que los militares iban a cometer un genocidio. Pero sí se sabía que plan económico iban a aplicar.
Claro que la dupla Milei-Villarruel no están proponiendo 30 mil desaparecidos más. Aunque algunas expresiones reiteradas del candidato respecto los “zurdos de mierda”, son al menos preocupantes. Lo mismo que las declaraciones del Tigre Acosta diciendo que “Milei es la esperanza”. Pero bueno, para personas como Juan, que que necesitan tranquilizar sus conciencias, y poner a resguardo sus principios de porcelana, Milei y Massa son la misma cosa.
Hoy Milei no está llamando al genocidio; pero si está anunciando su plan político-económico, que es cien veces mas duro y disparatado que el que implementó Martínez de Hoz.
El Estado enemigo
Arranquemos por la idea que Milei tiene del Estado. «Para mí el Estado es un enemigo y los políticos son los que viven del Estado». “El Estado fue inventado por el diablo, el sistema de Dios es el libre mercado”. “El Estado es el pedófilo en el jardín de infantes con los nenes encadenados y bañados en vaselina”. “El Estado es una organización criminal que vive de los impuestos y, por lo tanto, todos los impuestos son un robo” .
Sigue Milei: “Esa aberración llamada justicia social, que es injusta porque implica un trato desigual frente a la ley, pero además está precedida de un robo”.
Obviamente para que exista justicia social, debe existir recaudación de impuestos, que Milei considera robo.
Por más que ahora, Milei lea un papel en Tik Tok, diciendo que “la salud pública va a seguir, la educación publica también, los subsidios y los planes también, las jubilaciones también”. No queda claro de donde saldrán los recursos para todo esto, considerando el principio paleo-libertario de no cobrar impuestos.
Demás esta decir que la dolarización que propone, ademas de hiper-inflacionaria, va a pauperizar las jubilaciones y los salarios.
Pero, Milei también piensa en los pobres. Entonces propone crear un mercado de venta de órganos porque entiende que:“Es un mercado más, ¿por qué no puedo disponer de mi cuerpo?… Que el Estado me esclavice [está permitido], pero si yo quiero disponer de cualquier parte de mi cuerpo, ¿cuál es el problema?». Y pensando en los pobres agrega: “las personas que comercializan, si no le terminás comprando un órgano, se terminan muriendo de hambre y ni siquiera tienen vida”.
Otra solución al problema de la pobreza imaginada por Milei es la venta de niños, “un mercado que ya existe pero es ilegal”. Aunque luego aclaró, que si él tuviera un hijo no lo vendería (sic) a mi, nunca se me ocurrió pensarlo, a él si.
Claro que, si los pobres tienen que vender riñones o bebes, para subsistir, se pueden poner un poco violentos. Entonces Milei, pensando en la seguridad de las familias, propone la libre venta y portación de armas, para que todos podamos comprar un fusil automático AK-47 o M16, y nuestros niños puedan llevarlo en su mochilita a la escuela.
En materia de privatizaciones tampoco anda con chiquitas. No solo habla de privatizar salud, educación, empresas del estado, sino que también podría privatizar ríos y océanos . Su prócer Alfredo Martinez de Hoz, creo se pondría colorado escuchando las propuestas de Milei.
¿Realmente alguien puede seguir afirmando “Massa y Milei son los mismo”?
¿Se puede ser tan individualista, encima con discurso de izquierda, para manifestarse neutral y votar en blanco, a sabiendas que esta beneficiando que gane un pichón de Hitler como Javier Milei?
Por suerte hay algunos dirigentes de izquierda como el Pollo Sobrero que expresó: “Llamo a la reflexión a compañeros que quieran votar en blanco. Si Milei gana por 300 mil votos, ¿qué hacemos?». Sobrero, Giordano y su partido Izquierda Socialista se han ganado nuestro absoluto respeto como hombres y mujeres de la democracia. No puedo decir lo mismo de Miryam Bregman y Nicolas del Caño, que han llamado al voto en blanco.
¿Yo me pregunto, Juan, Miryam, Nico, y los que piensan como ellos, se sentirán libres y con Su conciencia tranquila, si por desgracia, amanecemos todos, un 20 de noviembre, con Milei presidente?
Fuente Agencia Paco Uriondo
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