Por Maria Luisa Arredondo – The Independent en español
La legalización de millones de indocumentados en Estados Unidos está en el limbo por las divisiones que hay entre los mismos demócratas para aprobar el plan de gasto social, escribe Maria Luisa Arredondo.
Cuando Joe Biden ganó la presidencia el 3 de noviembre de 2020, Jaime N. albergó una luz de esperanza. Después de vivir por más de 20 años como indocumentado en California, pensó que sus días de permanecer bajo las sombras podrían terminar pronto, si el nuevo mandatario cumplía con su promesa de luchar por una reforma migratoria.
“Me pareció que Biden era sincero al asegurar que ayudaría a legalizarnos. Y no porque sea un favor especial sino porque creo que él sabe que es algo que le conviene al país. Nosotros venimos a trabajar, ya echamos raíces aquí con nuestras familias, somos gente productiva”, dice Jaime, quien es originario del estado mexicano de Veracruz, trabaja en la construcción y tiene tres hijos, dos de ellos nacidos en territorio estadounidense.
Durante los primeros días de su gobierno, Biden, en efecto, presentó ante el Congreso dos proyectos: uno de infraestructura que acaba de aprobarse y el otro de gasto social, conocido también como Build Back Better o BBB, que está bajo discusión. Como parte de este último incluyó una provisión para aprobar una reforma migratoria con un camino a la ciudadanía para los 11 millones de indocumentados que se estima hay en el país.
El principal argumento que el presidente esgrimió para legalizar a los inmigrantes sin papeles es que esta medida beneficiaría a la economía nacional.
Sin embargo, hasta ahora no ha tenido éxito. La parlamentaria del Senado, Elizabeth MacDonough, ha rechazado las dos versiones del plan migratorio que le han presentado los demócratas porque, a su juicio, ninguna cumple con los requisitos de ser un tema presupuestario.
Este doble revés ha sembrado la incertidumbre, no solo entre millones de indocumentados como Jaime, sino también entre activistas y expertos en materia migratoria.
Ante la presión, los legisladores demócratas han presentado una tercera versión, conocida como Plan C. Éste no incluye un camino a la ciudadanía para los indocumentados, con la esperanza de que McDonough la apruebe.
Elementos esenciales del Plan C de Migración
La nueva propuesta migratoria contiene los siguientes elementos:
–Ofrece a los inmigrantes que llegaron a Estados Unidos antes del 1 de enero de 2011 y no tienen antecedentes penales la oportunidad de trabajar legalmente y sin temor a ser deportados. También les daría permisos para hacer viajes internacionales. Se estima que el proyecto beneficiaría a 7.1 millones de indocumentados por un lapso de 10 años, con posibilidad de extensión.
–En esencia, los elegibles para obtener estos beneficios serían quienes han vivido en Estados Unidos un promedio de 20 años, han trabajado, mantenido a sus familias y pagado impuestos y, en su mayoría, no han recibido beneficios de asistencia social.
–De los elegibles, se estima que 1.6 millones son Dreamers (jóvenes estudiantes que llegaron a Estados Unidos desde niños), 360.000 son beneficiarios del TPS (programa de protección temporal que ayuda a personas de naciones que han sufrido guerras o desastres naturales como El Salvador, Honduras y Haití), 2.6 millones son trabajadores esenciales y 1 millón son trabajadores agrícolas.
Algunos grupos defensores de los inmigrantes consideran que los demócratas deberían utilizar su mayoría en el Senado de 51-50, que incluye el voto de desempate de la vicepresidenta Kamala Harris, para neutralizar un posible tercer bloqueo por parte de McDonough.
El problema es que no está claro si los demócratas podrían unirse para llegar al acuerdo de ignorar lo que dictamine McDonough en materia de migración.
División entre demócratas
Por lo pronto, la preocupación en torno a las posibilidades de que se apruebe una reforma migratoria integral sigue en aumento, por la falta de apoyo que tiene el plan de gasto social de Biden, no solo entre los republicanos sino entre los mismos demócratas. Dos senadores se han opuesto de manera tajante al plan: Joe Manchin, de Virginia, y Kyrsten Sinema, de Arizona. Ambos argumentan que el proyecto es muy costoso y aumentaría de forma excesiva la deuda interna del país.
Además de la provisión para reformar el sistema migratorio, el plan de gasto social o BBB de Biden incluye expandir Medicare, bajar los costos de los medicamentos, aumentar los fondos para cuidado de niños y la licencia familiar pagada. Incluye también destinar fondos millonarios para combatir el cambio climático.
Pero debido a las luchas internas entre los demócratas, el plan ha dejado de lado provisiones como la expansión de Medicare y el colegio comunitario gratuito.
Las próximas semanas serán decisivas para el futuro del plan. Los defensores de los inmigrantes saben bien que el proceso de negociación será arduo. Pero no quitan el dedo del renglón sobre la gran responsabilidad que tienen los demócratas de cumplir con su promesa de legalizar a los indocumentados.
Jess Morales Rocketto, directora política de National Domestic Worker Alliance, dijo: “Aprobar la agenda de Build Back Better permitirá decir que los demócratas no solo se preocupan sino que realmente cumplen con las cosas que importan…como el hecho de que millones de personas no tengan que preocuparse de ser deportadas, que se generen millones de trabajos y que millones de personas obtengan ayuda a través de los créditos de impuestos para niños”.
Alida García, vicepresidenta de Defensa de la organización FWD.US, indicó: “Estamos en una fase del juego en que los demócratas controlan este proceso, así que si la inmigración se resbala de este proyecto será porque los líderes del Congreso, [Nancy] Pelosi y [Chuck] Shumer o el presidente Biden lo decidieron. Mi esperanza es que después de cuatro años de Donald Trump abusando de los inmigrantes… los demócratas puedan cumplir con sus promesas”.
Por su parte, como millones de indocumentados, Jaime N. continúa a la espera, pero cada vez menos optimista. “Siempre nos hacen lo mismo, prometen mucho y cuando llega la hora de que cumplan se olvidan de nosotros. Así pasó con [Barack] Obama, espero que no pase lo mismo con Biden”.
Gentileza de Other News
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