Diciembre siempre será recordado en Argentina por las convulsiones vividas en el mismo mes allá por 2001. Bajo el gobierno agonizante de Fernando De La Rúa nuestro país se sumía en la debacle que concluyó con el enfrentamiento social donde la clase media y los sectores más vulnerables dieron muestra del valor de la unión popular.
A lo largo del territorio argentino miles de imágenes atestiguan el sesgo de muertos, heridos y la impunidad del actuar policial sumado a la acefalía de un poder político ensimismado en sus intereses. El primero de diciembre el entonces Ministro de Economía, Domingo Felipe Cavallo, anunciaba el inicio del “corralito” que fustigó a las masas en una reacción que luego los historiadores llamarían “Argentinazo”.
A dos años de haber ganado las elecciones, De La Rúa daba manotazos de ahogado por la crisis económica arrastrada desde los gobiernos anteriores. Buscó en vano lograr consenso con la oposición para mantener la gobernabilidad. La designación de Cavallo en la cartera económica fue un claro ejemplo de que se mantendrían las políticas económicas y el sello de su final como presidente.
La alta deuda externa y la crisis del sistema de convertibilidad, unidos a la falta de la confianza de los inversores y la fuga de capitales al exterior impulsaron al Ejecutivo a presentar, el 6 de noviembre, una oferta de canje para reprogramar la deuda pública. El miedo de los argentinos a perder su dinero hizo el resto y derivó en la retirada en masa de grandes sumas de dinero de sus cuentas bancarias, que buscaban pasar a dólares y enviarlas al extranjero.
El ‘Corralito’ comenzó a raíz de esta fuga de capitales: De la Rúa firmó un decreto que impedía retirar más de 250 pesos en efectivo por semana (equivalentes a la misma suma de dólares); una medida que fue el verdadero punto de partida para la explosión en las calles, con cacerolazos populares que dieron la vuelta al mundo.
El economista Castor López recordó aquel suceso de esta manera:
Recomendados
El salario mínimo se desplomó un 28% en el año, según un informe de la UBA
Nueva modalidad de estafa que genera terror: colocan multas falsas y piden escanear un QR
Los villarruelines en llamas con Milei: «Qué ganas de hinchar las pelotas y subestimar el voto popular»