El médico clínico Pedro Di Spagna, octavo imputado en la causa por la muerte de Diego Maradona, era uno de los destinatarios de los mensajes en el chat de los enfermeros que asistían al exfutbolista, donde llegó a reportarse que, en sus últimos días, el «10» estaba hinchado, taquicárdico y que no quería recibir visitas médicas, lo que motivó que el ahora nuevo acusado sugiriera en el grupo cubrirse en «la parte legal».
Di Spagna, quien fue imputado y citado a indagatoria por los fiscales para el próximo 20 de diciembre, ya aparece mencionado en el primer cuerpo del expediente Maradona, cuando se incorporaron en 12 fojas las transcripciones del grupo de WhatsApp llamado «Tigre».
El chat fue creado para que los enfermeros de la empresa «Medidom» -la tercerizada en la que Swiss Medical había delegado el cuidado del «10» en la internación domiciliaria-, reportaran a sus superiores y a los médicos coordinadores de la prepaga, el parte diario y cualquier eventualidad que surgiera en la casa del barrio San Andrés de Tigre.
En ese chat no estaban ni el neurocirujano Leopoldo Luque ni la psiquiatra Agustina Cosachov -los médicos de cabecera de Maradona y principales acusados en la causa-, pero sí los también imputados Nancy Forlini, médica coordinadora de Swiss Medical; el coordinador de enfermeros Mariano Perroni; los enfermeros Dahiana Gisela Madrid y Ricardo Almirón; y el clínico Di Spagna.
La función de Di Spagna era hacer el seguimiento clínico del paciente y en el chat -al que tuvo acceso Télam-, su primera intervención se da el 13 de noviembre por la tarde, al día siguiente de haber ido a visitarlo, cuando Forlini lo suma al grupo y se presenta de la siguiente manera: «Buenas tardes, si quieren agendarme soy Pedro Di Spagna».
Luego, interviene para dar indicaciones por una constipación que atravesaba el por entonces DT de Gimnasia y Esgrima de La Plata y dice: «Por lo que pudimos ver y evaluar ayer el paciente se había automedicado con Rapilax».
En el mismo mensaje, agrega: «Sugiero además, como le expresé ayer al paciente, que un nutricionista le revise la dieta», y explica que su idea es evitar darle «más medicación a la que toma que es bastante».
Esa misma noche, el enfermero Almirón advierte: «Diego tiene el pie derecho medio edematizado», uno de los signos de posibles problemas cardíacos que, para los fiscales, los imputados ignoraron, y ante ello, Di Spagna, respondió: «Para el miembro, que lo mantenga elevado».
Pero no fue el único problema de esa noche, ya que Almirón avisó que Diego estaba vomitando, tras indigestarse en la cena con brócoli y camarones a la provenzal, lo que quedó reflejado en el siguiente cruce de mensajes:
21:47 – Almirón: Recién cenó. Y fue al baño a vomitar. Pregunta si se le podrá dar algún antiemético.
21:48 – Forlini: Llamen a emergencias para que lo evalúen.
21:53 – Di Spagna: Respecto de los vómitos, Reliverán gotas pero coincido con Nancy que antes se lo evalúe. ¿Qué comió?
21:58 – Forlini: Una bomba lo que comieron.
21:58 – Almirón: Comió brócoli con camarones y provenzal. Y Diego no quiere que ingrese ambulancia.
22:02 – Di Spagna: Sugiero se le ofrezca la asistencia de la ambulancia y en caso de negarle se lo medique con Reliverán.
22:03 – Almirón: Se niega a que vengan médicos. Reliverán gotas no tenemos. Ya envío a comprar.
22:06 – Di Spagna: Dale 10 gotas y que afloje a la comida. Y veamos la posibilidad de que un nutricionista le revise la dieta.
El 18 de noviembre por la tarde, Di Spagna fue con un nutricionista hasta el barrio San Andrés con la idea de hacerle un control a Maradona, pero el «10» no quiso atenderlos, situación que en el chat quedó registrada a las 20.28 cuando Forlini preguntó: «Terminó la consulta?», y Di Spagna respondió a los cuatro minutos con un «te llamo», lo que da a entender que le comunicó lo sucedido en esa llamada.
En los primero minutos de la madrugada siguiente, el enfermero Almirón informó que Diego tenía «120/100» de tensión arterial y una frecuencia cardíaca de «118» (en reposo es un valor que indica taquicardia) y que continuaba «con falta de apetito».
Y a las 7.57 de ese día 19, el enfermero indicó: «En el día de ayer el paciente estuvo de mal humor. Durante la tarde rechazó la atención de los médicos, clínico y nutricionista. También a su cirujano Luque. No quiso estar con sus hijas. Durante la tarde y noche continuó descansando. Refiere no tener apetito. Se realizó control de signos vitales. Se administró medicación y estaba de buen humor durante la noche».
Dado que el día anterior no le permitieron el ingreso, Di Spagna preguntó por la tarde: «¿Cómo ven que vayamos hoy el nutri y yo? ¿Está de ánimo?».
La enfermera Madrid contestó: «Le sugiero que hablen con su hija Gianinna y con la familia. Para ver su opinión», y esa respuesta hizo que el clínico haga una sugerencia al grupo sobre cuestiones legales.
«Programamos para martes o miércoles, no hay problema. Lo único nosotros y como sugerencia, cubramos la parte legal. Dios quiera que pase bien el fin de semana y que esté lo mejor posible. Pero si hay algún evento desfavorable, quedemos cubiertos que no se le pudo hacer el examen, ni solicitar exámenes complementarios por razones ajenas a nosotros», escribió el clínico en le chat.
Por la noche, Di Spagna pregunta cómo estaban los signos vitales y la enfermera Madrid responde: «No se dejó tomar conmigo».
El ahora nuevo imputado, responde «OK, dejémoslo consignado» y el coordinador de enfermeros, Perroni, refuerza esa orden: «Sí, registro de hora y acción a la que se niega firmado. Todo tiene que tener un respaldo legal».
El 24 de noviembre a las 22.22, noche previa al deceso, Di Spagna anuncia: «Mañana está contemplado realizar una visita médica junto al nutricionista y trataremos de ajustar la dieta y estas situaciones. Esperemos esté accesible y receptivo», pero esa visita no llegó a realizarse.
El 25, día de la muerte, el clínico tiene su última intervención en el chat cuando al mediodía se enteran de la descompensación de Maradona:
12:42 – Forlini: Por favor novedades del domicilio. Está yendo un móvil en código rojo.
12:43 – Di Spagna: ¿Qué pasó?
12:43 – Forlini: Refieren que están reanimando. No tengo más info.
En la acusación que le formularon, los fiscales de San Isidro Patricio Ferrari, Cosme Iribarren y Laura Capra, le reprochan a Di Spagna haber visto al paciente en tan solo una oportunidad y no haber hecho un adecuado control clínico de salud, y por ello, lo indagarán el 20 de diciembre por el delito de «homicidio simple con dolo eventual».
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