Un dossier enviado por el FBI al despacho del juez federal Federico Villena despejó las dudas sobre Gholamreza Ghasemi, que es el piloto del avión venezolano que partió de Caracas, hizo escala en Querétaro (México) y aterrizó en Ezeiza con una carga de repuestos para autos. La información desclasificada del FBI, a los fines de la investigación que encabeza Villena, ratificó que Ghasemi es un terrorista que pertenece a la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán.
El FBI también remitió al Juzgado Federal de Lomas de Zamora un informe de tres fojas -case file: BE -6135976- que describe las distintas operaciones ejecutadas por la Fuerza Quds -que integra la Guardia Revolucionaria de Irán- y cómo reaccionó los Estados Unidos frente a ese amenaza terrorista a nivel global.
“La Fuerza Quds ha tenido una larga historia apoyando la milicia de Hezbollah, paramilitares, y actividades terroristas, proveyendo liderazgo, financiamiento, armas, inteligencia, y soporte logístico. Las Fuerzas Quds operan un campo de entrenamiento para Hezbollah en el Valle de Bekaa en el Líbano y han reportado entrenamiento para más de 3.000 soldados en los cuarteles que tiene la Guardia Revolucionaria en Irán”, asegura el informe que tiene la justicia federal.
La Guardia Revolucionaria Iraní y la organización terrorista Hezbollah están acusados de valor la sede de la AMIA, el 18 de julio de 1994. Allí murieron 86 personas y fueron heridas más de 300.
El dossier del FBI agrega además los aportes económicos que hace el régimen de Teherán para apoyar las operaciones de Hezbollah contra Israel. “Las Fuerza Quds ha entregado entre 100 y 200 millones de dólares al año a Hezbollah y asistió a Hezbollah en su rearme violando la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de lNaciones Unidas”, sostiene el informe del FBI agregado al expediente.
El informe del FBI remitido hace dos días al juzgado de Villena reitera que la Secretaria del Tesoro de los Estados Unidos – a través de la OFAC- impuso sanciones a la Guardia Revolucionaria por promover el terrorismo global y apoyar a diferentes organizaciones como Hezbollah.
Y completa la información con un párrafo final que termina de desnudar el complot urdido por Irán con la colaboración de la compañía venezolana Conviasa. “En octubre de 2011, OFAC sanciona a Mahan air por proveer soporte financiero, material, o tecnológico a la Guardia Revolucionaria y a la Fuerza Quds. La aerolínea (Mahan Air) también ha transportado armas y personal para Hezbollah”.
El terrorista Ghasemi llegó a Buenos Aires como piloto de un Boeing modelo 747-300M con matrícula YV3531, que pertenece a la empresa Transportes Cargo del Sur (Emtrasur), una filial del Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa).
Emtrasur compra el Boeing 747 a Mahan Airlines, que es la compañía iraní que la Secretaria del Tesoro -por medio de la OFAC- acusa de colaborar con la organización terrorista Hezbollah. Amir Hossein Zolanvari, portavoz de Mahan Airlines, confirmó que ese avión fue vendido a Emtrasur.
“Ya no es de Mahan Airlines”, dijo Zolanvari a la agencia oficial iraní IRNA.
La información de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC, por su sigla en inglés) es pública. Y en su página oficial se puede leer que desde 2011 se sancionó a Mahan Air. Nicolás Maduro, que autorizó la compra del Boeing matricula YV3531, no podía desconocer la interdicción de la OFAC que depende de la Secretaria del Tesoro de los Estados Unidos.
Sin embargo, Maduro ordenó que la nave de Emtrasur aterrice en Ezeiza con una tripulación conducida por el terrorista Ghasemi, otros cuatro iraníes y 14 tripulantes de Venezuela. Por la información aportada desde el FBI, al juez Villena ya no le quedan dudas que está frente a una causa vinculada al terrorismo internacional.
“A veces la novela periodística pasa los límites de lo razonable”, comentó la portavoz Gabriela Cerruti cuando se le preguntó sobre el avión venezolano-iraní.
“Respecto de las personas hay una particular indicación respecto de Gholamreza Ghasemi, que es uno de los tripulantes y que tiene un nombre, un homónimo con participación en los Quds, en las fuerzas revolucionarias iraníes, nada más que la condición de homónimo, no otra cosa”, aseguró Aníbal Fernández, ministro de Seguridad.
“Se va a terminar comprobando lo que dije y por lo que me bardearon a diestra y siniestra. La cantidad de tripulantes tenía que ver con que también había adiestramiento que necesita la tripulación venezolana para poder pilotar ese avión”, informó el director de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Agustín Rossi.
“Lo que pasó es que llegó un avión venezolano con una carga de México, contratada por una empresa argentina, donde no hubo ninguna irregularidad. A bordo del avión había cinco personas iraníes, respecto de las cuales hasta donde nosotros sabemos no pesa ningún tipo de restricción. Tampoco respecto de los venezolanos”, describió Alberto Fernández.
El presidente, su vocera, el ministro de Seguridad y el director de la AFI seguramente hoy comentarán la información que prueba las vinculaciones terroristas del avión venezolano y su piloto iraní.
El juez federal Villena se concentrará en Ghasemi y sus objetivos terroristas en la Argentina, y a continuación avanzará sobre el resto de la tripulación integrada por otros cuatro iraníes y catorce venezolanos que trabajan para una compañía publica que actúa bajo las órdenes de Maduro.
En la causa del atentado a la AMIA hay informe judicial que revela que antes del ataque a la mutual judía, un avión iraní había aterrizado en Buenos Aires.
Fuente Infobae
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