José Luis Espert habló sobre la dolarización de la economía, uno de los temas en boga dentro de la opinión pública y se mostró más cauto respecto a otros referentes de la oposición. El precandidato a presidente de la Nación en las elecciones 2023 mostró sus diferencias con el espacio de Javier Milei y reafirmó la necesidad de contar con una moneda nacional.
«Nuestra plataforma de gobierno es el sentido común, no hay nada que inventar, está todo inventado. Dolarizar puede ser la frutilla del postre, pero nunca -en una comida- puede ser la entrada o el plato principal. La entrada y el plato principal, mucho antes de pensar en el sistema monetario, es ir a cambiar las leyes laborales», explicó el diputado nacional de Avanza Libertad.
«El día que tengas inflación internacional, ese día va a tener sentido discutir qué sistema monetario queremos ahora. ¿Queremos el euro? ¿Queremos el real? ¿Queremos el dólar? ¿O queremos tener un Banco Central?», agregó.
“El tener moneda sana con un Banco Central independiente te permite, cuando tenés un shock externo desfavorable, acomodar un poco la política monetaria, y devaluar tu moneda para que no se coma todo el shock real negativo en desempleo de la gente de laburo. Eso es lo que pienso de la dolarización», explicó en declaraciones con CNN Radio.
Espert, polémico sobre los piquetes y planes sociales
En otro orden de temas,se manifestó en contra de la marcha piquetera desarrollada este jueves frente al Ministerio de Desarrollo Social: “Si se resisten cárcel y sino bala”.
El diputado opositor calificó a las marchas de los movimientos piqueteros como un «delito»: “Los piquetes son inconstitucionales, son un delito, es de delincuente hacer esto. ¿Sabes por qué delincuente? Porque es delinquir y delinquir es violar la ley. Acá estás violando la Constitución y el Código Penal”.
“Se tiene que hacer porque sino esta es la ley de la selva”, agregó y propuso una serie de medidas para contener a los manifestantes: “Acá tendría que haber, en el mejor de los casos, un camión hidrante”.
Además, el economista se refirió a los planes sociales y criticó a los movimientos como intermediarios de la ayuda estatal: “Basta de esta cultura del plan, de la organización social que lucra con el beneficiario del plan. A los planes hay que auditarlos y mantener el plan bien dado que tiene que estar condicionado en el tiempo, no puede durar toda la vida. A las organizaciones sociales ni un peso, no puede haber un intermediario en el plan”.
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