Guillermo Francos admitió diferencias con Santiago Caputo

Luego de mostrarse juntos dos veces en una misma jornada, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, admitió que tuvo diferencias con el asesor presidencial Santiago Caputo.

«A veces uno tiene diferencias de opinión y, finalmente, las diferencias después se saldan», reconoció el Francos al ser consultado por su relación con quien es miembro del «triángulo de hierro» que también integran el presidente Javier Milei y la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. «Estamos en paz, estamos bien. Eso no quiere decir que no discutamos otra vez. Uno siempre en la gestión tiene puntos de vista distintos, ve la realidad de maneras diferentes», planteó.

Francos intentó así bajarle el tono a la confrontación que trascendió luego de la negativa del asesor presidencial a dar marcha atrás con las modificaciones a la Ley de Acceso a la Información Pública.

En el mismo sentido, descartó que su internación de los últimos días haya sido consecuencia de estas rispideces: «No siento el estrés, no me doy cuenta. La tarea es demandante y uno por ahí le pone más tiempo de lo que resiste el físico».

Asado en Olivos

El ministro coordinador dijo que la cena que compartieron el presidente y parte de su Gabinete con los 87 diputados que avalaron el veto a la ley de movilidad que aprobó el Congreso fue «muy importante para el Gobierno».

Bajo su mirada, le dio al Ejecutivo «la posibilidad de confraternizar con legisladores de otros sectores políticos aliados con los que hemos trabajado desde principios de año».

«El Presidente quiso encontrarse con todos ellos y poder conversar. Entiende que desde la situación que tenemos hoy, la política tiene eso, es una cuestión de números y de convencer al otro. El Presidente se dedicó a la tarea de persuasión. Fue una reunión de muy buen tono», analizó el ministro. «Pese a que al principio tuvimos algunas diferencias por la forma en que se trató la ley de movilidad, le hicimos entender a varios de ellos las dificultades que iba a generar en el futuro. Finalmente, el Gobierno logró el respaldo necesario para que el Congreso no pudiera insistir en el proyecto. No quiere decir que será así en todos los casos, pero sí una posibilidad de diálogo muy clara; el Presidente está muy contento con esto», ahondó.

Por otra parte, consideró «ridículas» las críticas del kirchnerismo a la cena en la Residencia Presidencial. «No me extraña proviniendo del kirchnerismo».

Es en esa línea que rechazó la lectura que equipara la foto del Presidente y los legisladores con la de la fiesta en Olivos, en pandemia, en 2020: «Son cosas tan diferentes. En aquel momento, el Gobierno, como lo acaba de reconocer [el ex ministro de Economía, Martín] Guzmán, por un interés exclusivamente político porque creía que eso le daba bien en las encuestas, nos encerró a todos los argentinos».

La relación con los gobernadores

En cuanto a la relación con los gobernadores después de que el presidente Javier Milei les pidiera profundizar el ajuste en sus arcas provinciales para preservar el déficit cero, destacó que todos los mandatarios provinciales «entienden y comparten la necesidad del equilibrio fiscal». «Muchos de ellos han avanzado en esto en un año duro, en el que las transferencias ha sido menores y la actividad económica tuvo una caída», valoró.

Luego, advirtió que el próximo «también será un año duro en términos del sector público». Adelantó, en cambio, que será «muy positivo para el sector privado» y que habrá un «crecimiento grande» de la economía.