Desde la Casa Rosada salieron a respaldar a los ministros de Economía y Producción, Martín Guzmán y Matías Kulfas, por las críticas que hubo en los últimos días dentro de la interna del Frente de Todos.
El más activo en los cuestionamientos al rumbo económico del Poder Ejecutivo fue Andrés Larroque, ministro de Desarrollo para la Comunidad de la Provincia de Buenos Aires. “El Frente de Todos no puede ser rehén del ministro de Economía” y «a Guzmán no lo votó nadie», fueron algunos de sus textuales públicos. También se sumó la jefa del bloque del FdT en el Senado bonaerense, María Teresa García, quien consideró que tanto Guzmán como Kulfas, «cumplieron una etapa» en el Gobierno.
Si bien desde el entorno de Alberto son cautos públicamente, en off desestiman las críticas formuladas a los miembros del gabinete económico. Hoy, en su habitual conferencia de prensa, la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, fue breve sobre el tema: «Son opiniones. Las tomamos como opiniones y no comentamos opiniones», declaró.
Sin embargo, funcionarios que rodean al Presidente salen a cruzar a ese sector: «Están enojados porque ellos no gobiernan, que sigan gritando», expresaron en estricto off the record a El Destape. El enojo en privado toca puntos altos.
«Nosotros nos juntamos, las leemos las críticas… ¿Y? ¿Y qué quieren? ¿Qué proponen entonces? ¿Qué piden? Nada», le responden a este portal. Así está hoy la interna en el Frente de Todos. A su vez, destacan y sostienen a los dos funcionarios apuntados.
«Guzmán y Kulfas son los mejores ministros que puede tener un gobierno. Va a pasar mucho tiempo hasta que volvamos a tener dos ministros así, no sé cuándo Argentina tuvo un equipo así”, afirman para apoyar al conjunto económico de la macro y la microeconomía. «Dame a Guzmán, Kulfas y Todesca y con eso ya tenemos gobierno», suma al debate. Y sube al ring a Cecilia Todesca, secretaria de Relaciones Económicas Internacionales que trabaja junto a Santiago Cafiero en Cancillería. Un trío que resume al albertismo.
Larroque ayer fue durísimo: “No puede pasar que el jefe de la coalición sea el ministro de Economía”, disparó en declaraciones a AM750. Y siguió: “Como regla general, no puede haber compañeros que le teman al poder. Y mucho menos, que sean agentes del poder».
“La mirada económica posterga lo que para nosotros es una cuestión de celeridad. Se perdió mucho tiempo, más allá de que haya cosas positivas. La discusión es si crecemos para distribuir o si distribuimos para crecer. No se ve una transformación en términos estructurales”, concluyó.
La interna de la coalición oficialista quedó en evidencia tras el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que cerró Guzmán. La votación en el Congreso incluyó cruces fuertes y votos en contra de parte del FdT desde el propio oficialismo.
A partir de allí, desde Cristina Kirchner, Axel Kicillof hasta Máximo Kirchner y Andrés Larroque cruzaron el rumbo económico del Gobierno que perjudica el salario de los trabajadores y genera desigualdad (según manifestaron desde ese lado) y desde el naciente albertismo (sobre todo en off y poco en on) respondieron duramente a esas críticas. El más picante fue Guzmán, cuando planteó en una entrevista televisiva hace dos semanas: «Lo que el Presidente ha marcado es que gestionaremos con gente que esté alineada con el programa económico que se ha definido».
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