Mauricio Macri, a través de las redes sociales, criticó con dureza al gobierno de Alberto Fernández y realizó un descargo por cerrar el aeropuerto de El Palomar. “¿Iban a volver mejores?”, se preguntó el ex presidente.
«Creíamos que todos habíamos aprendido algo. Confiábamos en que había cosas que no iban a volver a suceder en la Argentina, que el Gobierno partía de una posición más ventajosa que nosotros en 2015 y que la iba a aprovechar para profundizar lo que se había hecho bien. Teníamos la esperanza de que habían vuelto mejores”, manifestó Macri.
Y siguió: «El anuncio del cierre del aeropuerto de El Palomar para vuelos comerciales y otras medidas llevadas a cabo durante este año demuestran lo contrario. Hay en marcha un plan activo y deliberado para entorpecer, clausurar, estropear o eliminar cualquier política implementada por nuestro gobierno, aún aquellas que de manera objetiva e incontestable fueron beneficiosas para todos los argentinos”.
El ex Presidente, en su extenso descargo en Facebook, continúo: “Es bueno recordar que desde que implementamos nuestra nueva política aerocomercial más de un millón de argentinos volaron por primera vez. Los vuelos de bajo costo produjeron un impacto en la logística del transporte tan profundo que personas que nunca habían volado ni pensaban que iban hacerlo alguna vez en sus vidas, se encontraron incrédulos arriba de un avión».
«En poco tiempo el aeropuerto de El Palomar se volvió el cuarto con mayor número de pasajeros del país”, señaló.
Por último dejó bien en claro su postura: “Estas clausuras políticas no son en contra de lo que hicimos en nuestro gobierno, son en contra de los argentinos de menores recursos que se beneficiaban con ellas”.
Aquí, la carta completa:
¿IBAN A VOLVER MEJORES?
Creíamos que todos habíamos aprendido algo. Confiábamos en que había cosas que no iban a volver a suceder en la Argentina, que el gobierno partía de una posición más ventajosa que nosotros en 2015 y que la iba a aprovechar para profundizar lo que se había hecho bien. Teníamos la esperanza de que habían vuelto mejores.
Pero el anuncio del cierre del aeropuerto de El Palomar para vuelos comerciales y otras medidas llevadas a cabo durante este año demuestran lo contrario. Hay en marcha un plan activo y deliberado para entorpecer, clausurar, estropear o eliminar cualquier política implementada por nuestro gobierno, aún aquellas que de manera objetiva e incontestable fueron beneficiosas para todos los argentinos.
Esto es lo que está pasando ahora mismo con la que llamamos “revolución de los aviones”. El cierre de la actividad comercial en El Palomar es una acción más que atropella el bienestar de miles de pasajeros, comercios y empleos, anteponiendo un “apagón ideológico” a los beneficios que esa actividad significaba.
Es bueno recordar que desde que implementamos nuestra nueva política aerocomercial más de un millón de argentinos volaron por primera vez. Los vuelos de bajo costo produjeron un impacto en la logística del transporte tan profundo que personas que nunca habían volado ni pensaban que iban hacerlo alguna vez en sus vidas, se encontraron incrédulos arriba de un avión. Esos vuelos fueron vuelos de emoción, con llantos de alegría y aplausos que inauguraban una nueva Argentina.
Facilitar al máximo el acceso a los vuelos, entre otras cosas habilitando un aeropuerto cercano que implicara los mínimos gastos de transporte para arribar allí, fue una pieza muy importante para el éxito de esta “revolución de los aviones”. En poco tiempo el aeropuerto de El Palomar se volvió el cuarto con mayor número de pasajeros del país.
Es bueno que digamos las cosas como son. Estas clausuras políticas no son en contra de lo que hicimos en nuestro gobierno, son en contra de los argentinos de menores recursos que se beneficiaban con ellas.
Pero las cosas van más allá. Las clausuras ideológicas abarcan otras políticas públicas que funcionaban muy bien, como lo que hicieron al desmantelar el uso del Expediente Electrónico, un instrumento indispensable para la transparencia de la administración pública porque permite que cada paso de un expediente quede registrado de manera digital, garantizando su trazabilidad. El Expediente Electrónico era una vigía contra los actos de corrupción. Lo apagaron. También eliminaron las Sociedades Anónimas Simplificadas que permitían en una hora estar operando como empresa. ¿Y qué pasó? Ahora Uruguay le ofrece a los argentinos crear Sociedades Anónimas Simplificadas. Podría continuar con ejemplos como este en todas las áreas. Ex ministros y secretarios me cuentan diariamente que esto está pasando en cada ministerio y en todos los niveles.
Si teníamos alguna esperanza de que podían haber vuelto mejores, ahora ya no la tenemos.
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