El 27 de marzo del año 1991 se sancionó la “Ley de Convertibilidad”, durante la presidencia de Carlos Saúl Menem. El ex Ministro de Economía Domingo Cavallo fue el encargado de diseñar uno de los múltiples intentos por domar la elevada inflación característica de la época, luego de dos crisis hiperinflacionarias previas. En este caso, el experimento resultaría satisfactorio en su objetivo de domar los aumentos de precios.
La Ley 23.928 fue sancionada por el Congreso de la Nación, estableciendo la posterior convertibilidad del “peso convertible” con el dólar estadounidense, conocida popularmente como el “uno a uno”, que mantuvo su vigencia hasta la derogación del mismo Congreso el 6 de enero de 2002.
De esta forma, la nueva Leycomenzó transformando la entonces moneda nacional, el austral por el “peso convertible” en relación 10.000 a 1. El austral había sido creado en 1985 durante el gobierno del presidente Raúl Alfonsín en un intento previo de política antiinflacionaria. Hasta el primero de enero de 1992 siguió funcionando el austral con la paridad 10.000 a 1, y a partir de ese día rigió el 1 a 1 con el “peso convertible”.
Al establecer la paridad cambiaria como estandarte del sistema político económico, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) pasó a ser sólo una Caja de Conversión, cuya única razón de ser era respaldar la moneda local para que pudiese ser intercambiada por la estadounidense. De esta forma, Argentina prescindió de la administración del tipo de cambio como herramientade gestión macroeconómica.
Durante esta época del peso sobrevaluado se logró detener la escalada hiperinflacionaria, aunque con altos costos sociales: la paridad de la moneda local para con el dólar desalentó la competitividad de la industria argentina -favoreciendo el ingreso de importaciones en detrimento de la producción local- y generó los más altos índices de desocupación de la historia.
La adopción y sostenimiento de la convertibilidad redundó inevitablemente en la opción por un modelo únicamente sostenible a través del endeudamiento constante. Así, el incremento de la deuda externa pública pasó de los U$S 59.000 de 1992 -año durante el cual se reestructuró la deuda externa luego de la cesación de pagos ocurrida en la presidencia de Ricardo Alfonsín en 1988- a los U$S 154.000 de deuda pública nacional y provincial a fines de la gestión del ex Presidente Fernando De La Rúa, en el año 2001.
La convertibilidad llegaría a su fin el 6 de enero del 2002. Fue Jorge Remes Lenicov,el ex Ministro de Economía del ex Presidente Eduardo Duhalde, quien promovió la aprobación en el Congreso Nacional de la “Ley de Emergencia Económica”, a partir de la cual Argentina salió del comúnmente denominado “uno a uno”. Las distintas medidas y efectos derivados de la administración del colapso de la convertibilidad y de la declaración del default hicieron que el stock de deuda pública bruta se expandiera entre diciembre de 2001 e igual mes de 2003 en unos U$S 28.184 millones.
A partir de ese entonces, refinanciación de la deuda mediante, devaluación y medidas destinadas al crecimiento, se debió superar la mayor crisis económica y financiera de la historia argentina.
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