El día después del cierre del Hospital Nacional de Salud Mental Laura Bonaparte, anunciado ayer por el gobierno de Javier Milei, los trabajadores de la institución decidieron tomar el edificio y crece la tensión con el Ejecutivo nacional por sostener que «los números no dan».
«Vamos a sostener la permanencia en el edificio hasta que nos digan qué van a hacer. Desconocemos cómo va a continuar la situación», subrayó en diálogo con Clarín Leonardo Camacho, trabajador social y delegado de ATE del Hospital Laura Bonaparte.
En diálogo con este diario, fuentes del Ministerio de Salud de la Nación anticiparon que «no hay marcha atrás» en la decisión del cierre, ya que la institución «tiene una bajísima productividad».
«Hay 612 empleados y tienen un promedio de 16 internados, cuando hay camas para 50 personas. Sabemos que la reestructuración no va a ser una tarea sencilla, pero los números no dan. No hay una demanda porque está cubierta por otras instituciones», plantearon desde la cartera sanitaria.
Respecto del mecanismo de utilizarán para cerrar el área de guardia e internación, con el objetivo de que los pacientes «sean derivados a otras instituciones», aseguraron que quieren «ser lo más prolijos posibles» y que «todo se desarrolle dialogando».
«No queremos un enfrentamiento con los trabajadores, no buscamos ese tipo de cosas. La idea es resolver esta situación con el diálogo, por eso hay contacto del Ministerio con los gremios de ATE y UPCN. Posiblemente el lunes haya una nueva reunión», puntualizaron.
En ese marco, Leonardo Camacho detalló que desde que se conoció la noticia del cierre del hospital «algunos pacientes agravaron su situación» y salió al cruce del Ministerio: «Tenemos 40 pacientes internados ahora. El hospital está completo de pacientes que están siendo atendidos por la guardia interna. Son números que no sé de dónde los sacan».
Consultado acerca de la atención que brinda el hospital, precisó: «Hay 1000 pacientes en consultorios externos y eso escala a 2500 o 3000 atenciones mensuales. A eso hay que sumarle las internaciones y todo lo que tiene que ver con problemáticas de salud mental de niñas, niños y adolescentes, que es atención ambulatoria».
«Vamos a sostener la permanencia el tiempo que sea necesario porque desconocemos qué va a pasar con nuestra fuente de trabajo y con los miles de pacientes que están actualmente en tratamiento», describió el delegado de ATE del Hospital Laura Bonaparte.
«No privemos a la sociedad de un derecho más»: el pedido de los trabajadores a Javier Milei
En momentos en que «reina la incertidumbre» respecto del futuro de los más de 600 empleados del hospital, Camacho destaca el hecho de que hasta el momento «la policía se manejó bien» y «no hubo problemas con la seguridad» mientras que siguen atendiendo a los pacientes que tienen internados y otros ambulatorios.
«Todos los pacientes reciben los psicofármacos, que son carísimos, de forma gratuita en el hospital. Es casi una sentencia de muerte en algunos casos», expresó el sindicalista. Además, detalló que el fin de semana realizarán «varias actividades de índole cultura y formativas» a la espera de «alguna respuesta» del Gobierno, ya que no volvieron a tener contacto con el Ministerio de Salud después de que se conociera la noticia.
En ese contexto, el delegado de ATE le envío un mensaje a Milei: «Que se acerque al hospital, que vea lo que hacemos, que conozca la problemática que trabajamos con los pacientes y que no privemos a la sociedad de un derecho más como es el derecho a la salud».
Hospital Nacional Laura Bonaparte, en Ciudad de Buenos Aires.
El Gobierno promete «asegurar que todos los pacientes continúen con su tratamiento en otra institución cercana»
En medio de la incertidumbre respecto de qué pasará con los pacientes internados en Bonaparte, muchos por indicación judicial, desde el Ministerio de Salud de la Nación dijeron estar «trabajando en su reubicación».
«Vamos a asegurar que todos los pacientes continúen con su tratamiento en otra institución cercana. Puede ser en la Ciudad o en la provincia de Buenos Aires. Se verá, lo vamos a organizar», puntualizaron a este diario.
En esa línea, argumentaron que «las autoridades designadas por la gestión de Milei intentaron arreglar el descalabro presupuestario, darle otro volumen, pero no alcanza porque los 17 mil millones de pesos anuales que se destinan de presupuesto no se condicen con las prestaciones que dan».
«Está todo bien, pero la relación entre la cantidad de empleados y prestación que da, porque es de baja complejidad, no va. Además está emplazado en un área que tenés a 10 cuadras los 3 hospitales grandes de salud mental que son Borda, Moyano y Tobar García. Si a cualquiera de esos hospitales les digo que tienen que atender 2 pacientes más por día en la guardia, no les cambia nada», resumieron.
Los rechazos al cierre del Hospital Bonaparte
En un duro comunicado, la Asociación Argentina de Salud Mental (AASM) expresó su «profunda preocupación y su más enérgico rechazo» al anuncio del cierre del Hospital de Salud Mental Laura Bonaparte y plantearon que el anuncio «se enmarca en una serie de acciones descabelladas, irracionales, absurdas y crueles por parte del gobierno nacional».
«El Hospital Bonaparte es el único dispositivo nacional dirigido a personas con padecimiento mental en el territorio de la Ciudad de Buenos Aires que brinda abordaje a personas en con problemáticas de salud mental, en situación de calle y demás grupos vulnerables y, que, se encontraba realizando una trasformación enorme de la lógica de intervención manicomial hacia otra comunitaria y con perspectiva de derechos en consonancia con los lineamientos de la Ley Nacional de Salud Mental y organismos internacionales», advirtieron.
Y concluyeron: «Nuestra institución llama a la reflexión a las autoridades nacionales para que revean su posición, a los organismos de monitoreo de la Ley Nacional de Salud Mental para que intervenga en esta situación, a la comunidad profesional a apoyar a los trabajadores y usuarios del hospital, y a la sociedad argentina a exigir el cumplimiento por parte de las autoridades el cumplimiento de la Ley Nacional de Salud Mental».
En esa línea, desde el CELS presentaron un habeas corpus «preventivo y correctivo» para denunciar la «grave situación» que se vive en el Hospital Bonaparte y solicitaron «medidas de protección urgente».
FUENTE CLARIN
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