El ministro de Economía, Sergio Massa, consideró que la inflación «es un problema estructural» que en la Argentina «está muy agravado» y, a la vez, reconoció que el país sufre un «desborde fiscal».
Según el funcionario, para bajar la inflación se necesita «recorrer un camino de orden fiscal, de superávit comercial, de cuidado de las reservas, de tasas que aumenten el interés de los ahorristas por tener operaciones en pesos».
«Estamos frente a un problema estructural que vemos en todo el mundo, pero que en la Argentina está muy agravado», enfatizó Massa al participar en una charla sobre perspectivas económicas de la Argentina en el Atlantic Council de Washington.
En ese marco, el jefe del Palacio de Hacienda comentó que el país vivió «una situación muy difícil de enfrentar entre julio y agosto. Y todavía la economía tiene retos enormes. Es una economía débil que hay que fortalecer».
No obstante, resaltó que ahora hay una «situación de liderazgo político que es fruto de la capacidad de diálogo entre los integrantes de la coalición del Gobierno y también con la oposición», que permitió, a su criterio, tomar una serie de medidas económicas en los últimos dos meses.
En ese sentido, indicó que «las medidas correctivas que tomamos están orientadas a devolver a la Argentina a un sendero de recuperación del orden fiscal, del superávit comercial, de impulsar la inversión en capital».
«El desafío es mejorar en términos de ingreso y también en términos de mejora de los empleos y de la calidad de nuestras inversiones», añadió.
Para Massa, los «problemas de desborde fiscal» que enfrenta el Gobierno son producto de «falta de acumulación de reservas y de que tuvimos que enfrentar la pandemia sin posibilidad de acceder al mercado de crédito, por lo cual tuvo que financiarse con emisión».
«Eso generó una inercia que sumado a la crisis política nos generó la salida del ministro de Economía (Martín Guzmán) sino también dificultades macroeconómicas que comenzamos a corregir», apuntó.
Por otra parte, el ministro consideró que el impacto de la guerra en Ucrania «y la forma de trabajo de los organismos multilaterales de crédito para los países de ingresos medios y pobres, debe ser la agenda de trabajo de los próximos 60 días».
También, evaluó que la fragmentación «es el gran problema de la economía global y los desafíos principales son la energía, las proteínas y los costos de transporte».
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