Después de una reunión extraordinaria de su directorio, la Corporación Andina de Fomento (CAF) aprobó un crédito puente para la Argentina de 1.000 millones de dólares. Ese dinero será utilizado por el Gobierno como para pagar los vencimientos de deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) junto a yuanes.
Durante la próxima semana, la Argentina deberá abonar casi US$3.500 millones al organismo multilateral, entre los US$2.660 millones de capital y USS830 millones de interés. Más allá del crédito puente de la CAF, el resto de los fondos los aportaría un crédito con el Bank International of Settlement (BIS), y se usaría el saldo del primer tramo del swap con China.
El crédito puente de la CAF fue aprobado horas después de que el Gobierno y el FMI alcanzaran finalmente un acuerdo técnico para reformular el programa vigente, por lo que el país recibirá un desembolso de USS7.500 millones una vez que el directorio lo apruebe de manera formal.
«Las autoridades argentinas y el personal técnico del FMI han llegado a un acuerdo a nivel de personal sobre las revisiones quinta y sexta combinadas en el marco del acuerdo del Servicio Ampliado de Fondos (EFF, por sus siglas en inglés) a 30 meses de Argentina», explicó el organismo en un comunicado.
Una vez que el directorio apruebe y considere formalmente finalizadas ambas revisiones, la Argentina tendrá acceso a cerca de 7.500 millones de dólares y se espera que la próxima revisión (la séptima del programa) se produzca en noviembre, según lo anticipado por el Fondo, cuando en el programa original estaba prevista para principios de 2024.
De esta forma, el ministro de Economía y precandidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, y su equipo lograron reformular las metas del programa, en particular relajar de forma significativa la meta de reservas y adelantar parcialmente el cronograma de desembolsos por unos meses, pese a que no se cumplieron las metas originales, producto de la sequía que azotó la actividad económica del país.
Acuerdo con el FMI: cuándo será el desembolso de los US$7.500 millones
En cuanto a los tiempos para recibir el dinero, el FMI precisó que «el acuerdo está sujeto a la implementación continua de las acciones de política acordadas y la aprobación del Directorio Ejecutivo, que se espera se reúna en la segunda quincena de agosto».
Massa, por su parte, espera que lleguen durante la tercera semana de agosto y en noviembre. «Se definió un programa de objetivos y metas de acumulación de reservas y de equilibrio en las cuentas públicas”, dijo el ministro de Economía, y puso de relieve que “no hay que entregar absolutamente nada».
El FMI justificó el acuerdo debido a que «desde la finalización de la cuarta revisión el 31 de marzo, la situación económica de Argentina se ha vuelto muy desafiante debido al impacto mayor al previsto de la sequía, que tuvo un impacto significativo en las exportaciones y los ingresos fiscales».
En este contexto, la evaluación arrojó que «los objetivos clave del programa hasta finales de junio no se cumplieron debido al impacto mayor de lo previsto de la sequía, así como a los deslices y retrasos en las políticas».
De esa manera, acotó, «se acordó un paquete de políticas con un conjunto secuenciado de medidas para reconstruir las reservas y mejorar la sostenibilidad fiscal, al tiempo que se protege la infraestructura crítica y el gasto social» para fortalecer el programa.
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