La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, intentó aclarar en Estados Unidos las declaraciones del presidente Donald Trump respecto a la ayuda financiera condicionada a las elecciones en la Argentina, pero, fie a su estilo poco claro, su explicación terminó agregando más confusión que claridad al panorama.
Bullrich, en diálogo con la prensa, buscó desvincular las palabras de Trump sobre un posible cese de ayuda del resultado de las elecciones legislativas de medio término del 26 de octubre, argumentando un «error de interpretación».
La funcionaria sostuvo que la mención de Trump al 26 de octubre fue errónea, ya que el presidente «estaba hablando de una elección presidencial, no de la… de medio término». Según Bullrich, el apoyo estadounidense se refiere a una «filosofía de gobierno» y no a un evento electoral inmediato.
«Esa interpretación es errónea. Quizás lo explicó, digamos, con la idea de que estaba hablando de una elección presidencial, o estaba hablando de una elección presidencial, no de la el 26 de octubre de medio término. Se refería al cambio de filosofía, el cambio de filosofía no se da ahora«, argumentó la ministra, generando todavía más dudas.
A pesar de su intento de aclaración, Bullrich confirmó que la pregunta específica que se le hizo a Trump vinculaba la ayuda a la capacidad del Gobierno de Milei de aprobar reformas en el Congreso tras los comicios.
La periodista argentina que le hizo la pregunta a Trump no tardó en cruzar a la funcionaria. «Yo le dije, ‘si la ayuda continuada de Estados Unidos dependía de los resultados de las elecciones legislativas… y la habilidad o la capacidad del gobierno de Milei de entonces consecuentemente poder pasar reformas por el Congreso.’ Y a eso respondió el presidente Trump que sí, que la ayuda estaba condicionada a los resultados de las elecciones», expresó.
Sin embargo, Bullrich insistió en que la ayuda se trata de un «apoyo a una filosofía, a una manera de Gobierno» que representa «algo que no había pasado en los últimos 100 años en la Argentina», refiriéndose a un modelo no populista ni de izquierda.
Ante la incertidumbre que sus propias declaraciones generaron, la ministra de Seguridad envió un mensaje directo a los inversores. «Así que que los mercados se calmen, que todo sigue igual, que el swap que tenemos es un swap efectivo para todos los días y que no nadie y mucho menos los mercados entren en pánico porque esto, digamos…», señaló.
Con estas palabras, Bullrich intentó despejar la sombra de la condicionalidad estadounidense, aunque la confirmación de que Trump sí vinculó la ayuda a la capacidad de reforma legislativa dejó la polémica servida.
Fuente minutouno
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