Exclusiva | Plataforma de noticias

Audios y Noticias desde Santiago del Estero, para toda Argentina y el Mundo. Exclusiva | Plataforma de noticias

Presentaron una guía para repensar las masculinidades y frenar la violencia de género

La Secretaría de las Mujeres, Géneros y Diversidad presentó la Guía Metodológica para el Abordaje de las Masculinidades y Prevención de la Violencia de Género. La iniciativa busca promover procesos de reflexión y transformación entre varones que ejercieron violencia.
¡Compartilo!

En medio de un clima nacional marcado por el desmantelamiento de políticas de género y por un discurso público que promueve el odio hacia las mujeres y las diversidades, la provincia de Salta presentó la Guía Metodológica para el Abordaje de las Masculinidades y Prevención de la Violencia de Género. 

El material fue elaborado por el equipo del Programa de Intervención a Hombres (PrIHo), dependiente de la Secretaría de las Mujeres, Géneros y Diversidad, y sistematiza más de tres años de trabajo con varones denunciados por ejercer violencia de género.

La propuesta salteña busca hacerse cargo de una pregunta central, incómoda, pero urgente: ¿cómo intervenir con los varones que ejercen violencia para que esa práctica no se repita? La guía responde desde la evidencia, la pedagogía y la escucha activa, proponiendo un abordaje no punitivo, centrado en la responsabilidad y en la posibilidad de transformación.

“La idea es dejar un recurso metodológico para erradicar la violencia en la sociedad salteña”, explicó la subsecretaria de Políticas de Igualdad y Diversidad, Inés Bocanera, durante la presentación en la Usina Cultural. “Esta guía busca brindarnos una herramienta concreta para poder trabajar con aquellos varones que fueron denunciados por violencia de género”, agregó.

La responsabilidad de los varones

La herramienta se encuentra disponible para descarga pública, y surgió de una convicción profunda, que reafirma que no hay posibilidad real de erradicar la violencia de género sin trabajar con quienes la ejercen. “La prevención requiere una mirada integral: no es suficiente con acompañar a quienes la padecen, también es necesario intervenir con quienes la ejercen, promoviendo procesos de reflexión, responsabilidad y transformación”, se lee en el prólogo firmado por la entonces secretaria Itatí Carrique (renunció en junio de este año).

El texto, de más de cien páginas, combina un marco teórico con una metodología basada en talleres grupales. Allí los varones analizan sus prácticas, revisan los mandatos de género y problematizan los modelos tradicionales de masculinidad. Las actividades -22 en total- fueron diseñadas a partir de la experiencia del equipo técnico con grupos de varones policías denunciados por violencia, con quienes se trabajó durante seis meses en espacios semanales de tres horas.

“Pudimos ver cómo se formaron esas masculinidades, desde la infancia y la adolescencia, y cómo se reproducen los mandatos del ‘ser fuerte’, ‘no llorar’ o ‘lo femenino como debilidad’. El objetivo es reconstruir vínculos basados en la empatía y el respeto”, explicó Agustín Pérez Marcheta, integrante del equipo del Programa de Intervención a Hombres.

La herramienta se puede descargar aquí: https://mujeresydiversidad.salta.gob.ar/wp-content/uploads/2025/10/Guia-talleres-Priho-Salta-.pdf.

Entre la ley y la escucha

El dispositivo tiene un encuadre legal, ya que los jueces pueden derivar directamente a los varones denunciados al Programa, donde se realiza una entrevista de admisión para evaluar si cumplen con los requisitos: no tener consumos problemáticos, ni antecedentes graves de abuso sexual o homicidios, ni patologías psiquiátricas.

Una vez admitidos, los varones ingresan a un proceso psico-socio-educativo de seis meses. Según José María Guaimás, otro referentes del Programa, “la propuesta piensa en una justicia restaurativa». Es decir, que el trabajo busca que el varón comprenda que su forma de vincularse no es «natural», sino producto de «una cultura que le enseñó a dominar, a reprimir las emociones y a entender lo femenino como algo inferior”.

En ese sentido, Guaimás aseguró que los resultados se ven en el proceso. “Muchos varones llegan enojados, frustrados, sintiéndose víctimas. Pero con el tiempo, aparecen la tristeza, el miedo, la vergüenza, emociones que la masculinidad hegemónica les prohibió sentir”, describe la guía. Esa apertura emocional -que el manual llama “desarme simbólico”- es clave para transformar las conductas violentas.

Deconstruir lo aprendido

Desde una perspectiva situada, la experiencia provincial se inscribe en una línea de trabajo internacional promovida por Naciones Unidas, que desde los años 2000 alienta programas para trabajar con varones y niños como parte fundamental de la prevención de las violencias. En esa tradición, la guía salteña se apoya en autores como Raewyn Connell y Luciano Fabbri, quienes analizan la masculinidad como un dispositivo de poder que, al mismo tiempo que otorga privilegios, deshumaniza a los propios varones.

“Las estructuras patriarcales son violentas no solo hacia las mujeres, sino también hacia los hombres que las sostienen. La masculinidad hegemónica reprime las emociones, niega el cuidado y la vulnerabilidad. Trabajar con varones es trabajar con esa herida”, sostiene uno de los apartados del texto.

En sí, no se trata de reemplazar el castigo judicial ni de justificar las violencias, sino de intervenir sobre su raíz cultural. Por eso el material propone que los facilitadores -profesionales en psicología, sociología o antropología- acompañen los procesos desde una pedagogía participativa y una perspectiva de derechos humanos.

Un compromiso político

La publicación de esta guía no es un gesto aislado. Se da en un momento en que el Gobierno nacional eliminó el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad y desfinancia programas federales y mientras las organizaciones feministas de la provincia reclaman por un mayor presupuesto para la prevención y erradicación de las violencias. 

“Creemos que esta es una de las patas fundamentales para eliminar la violencia; que los varones nos replanteemos la forma de relacionarnos, la masculinidad que tenemos y así poder ser mejores”, expresó Pérez Marcheta. 

Desde provincia se sostuvo que la guía salteña aparece como una respuesta posible, concreta y colectiva. Sobre todo, como una herramienta que interpela a los varones desde la responsabilidad, y al Estado, desde su deber indelegable, que es garantizar vidas libres de violencia. Más aún cuando el negacionismo se viste de política de Estado y los femicidios crecen al calor de la impunidad simbólica que otorgan ciertos discursos oficiales.