¿Qué fue el blindaje 2001?

El 18 de diciembre del 2000, ya con Carlos «Chacho» Álvarez fuera del Gobierno y en medio de una crisis económica que se profundizaba, Argentina anunciaba un espectacular acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Unos 40.000 millones de dólares ingresarían a las arcas del país para ‘blindar’ su economía. El Fondo desembolsaría 13.700 millones, el Banco Mundial 2.500 millones y el BID otros 2.500 millones. La otra mitad del total establecido sería aportada por España (1.000 millones); bancos privados (10.000 millones); AFJP (3.000 millones) y operaciones de canje de deuda (7.000 millones).

«A partir de esta extraordinaria operación económica, podremos crecer espectacularmente y comenzar a generar los empleos que necesitamos. El blindaje es una operación económica, política y financiera inédita que genera un fondo de garantía tan grande para el país que despeja cualquier amenaza o duda sobre el futuro de la Argentina», aseguraba el ex presidente, quien prometía no tomar medidas que implicaran «pan para hoy y hambre para mañana».

El blindaje contemplaba una serie de condiciones, como la reforma previsional (eliminar la Prestación Básica Universal y elevar la edad jubilatoria de las mujeres), una baja en el gasto público, la reestructuración de organismos como la ANSES y el PAMI y la reducción de salarios. El único destino del dinero sería el pago de deudas, para aumentar la confianza de los inversores y recuperar el acceso al mercado financiero internacional. Sin embargo, sólo sirvió para frenar el retiro de depósitos hasta marzo de 2001.

Ante la evidencia de que el país no lograría cumplir las metas consensuadas con el Fondo, el riesgo de default volvió a sobrevolar. El entonces ministro de Economía, José Luis Machinea, renunció y asumió Ricardo López Murphy. Duró sólo 15 días en el cargo. Tuvo que dimitir después de la resistencia interna que provocó su fuerte plan de ajuste. Volvió entonces Domingo Cavallo, el ‘padre’ de la convertibilidad. 

Rápidamente, consiguió la firma de un nuevo acuerdo con el FMI, pese a que se habían incumplido las metas previstas para el primer trimestre del 2001.

Las posteriores medidas, sin embargo, no lograron encaminar la situación. Y hacia mediados de 2001, se iniciaron conversaciones con el Fondo que derivaron en otro acuerdo.

Concluidas las negociaciones, el FMI concretó un desembolso excepcional por 6.3 mil millones de dólares y dispuso un futuro envío de divisas para fines de aquel año, atado al cumplimiento de una serie de metas.

Sin embargo, Argentina no superó la revisión técnica del acuerdo y el FMI anunció que no enviaría más dinero.

Ante la desesperante situación que se desató, Cavallo anunció el corralito. Los ciudadanos no podrían retirar de sus cuentas bancarias más de 250 pesos por semana. La tensión escaló en las calles y culminó el 21 de diciembre de 2001, con la renuncia de De la Rúa en medio del estallido.

«Festejemos porque este año se va y viene uno nuevo, viene uno mejor.  La Argentina ya no tiene riesgos, es segura y previsible. El 2001 será un gran año para todos», prometía el ex presidente. Corrían los últimos días del año 2000.

Por qué volvió al centro del debate político

La palabra «blindaje» volvió a dominar la discusión política y además de potenciar el discurso oficialista contra sus adversarios, profundizó la interna entre los precandidatos a presidente de Juntos por el Cambio.

Es que luego de que Patricia Bullrich dijera que un «blindaje» en dólares del Fondo le permitiría levantar rápidamente el cepo cambiario, una de sus promesas de campaña, su rival interno, Horacio Rodríguez Larreta, la cuestionó en duros términos.

«Blindaje hizo De la Rúa, no vamos a repetir eso. Miremos la historia argentina, estudiemos. ¿Cómo vas a repetir el blindaje de De la Rúa? ¿Cómo terminó De la Rúa después del blindaje?. No coincido. ¿Vamos a ir a pedirle otro préstamo al FMI, esas son las soluciones? Seamos realistas», planteó el jefe de Gobierno.