Un hombre de 84 años fue detenido y acusado de dos tremendos crímenes ocurridos hace más de cuatro décadas en Wisconsin, Estados Unidos. El viernes fue condenado a dos cadenas perpetuas.
Raymand Vannieuwenhoven siempre estuvo en la mira de los investigadores por el doble homicidio de David Schuldes y Ellen Matheys, de 25 y 24 años respectivamente, ocurrido en julio de 1976 mientras acampaban en una zona rural de Wisconsin. El joven fue asesinado de un disparo en el cuello, mientras que la chica fue violada y luego la mataron de dos tiros.
Durante cuatro décadas trabajaron los investigadores, pero no lograron tener las pruebas necesarias para encarcelar al asesino. Recién en 2018, pudieron realizar estudios para identificar los restos de semen hallados en el pantalón de la joven. Los exámenes demostraron que el ADN pertenecía a la familia Vannieuwenhoven, aunque no sabían si se trataba del hombre mayor o de alguno de sus hijos.
La manera que encontraron los investigadores para implicarlo llevó tiempo e ingenio. En marzo de 2019 fueron a su casa en Lakewood y le pidieron que llenara una encuesta sobre la calidad del servicio policial y la enviara por correo al departamento. La saliva con la que selló el sobre fue la evidencia que necesitaron para poner al hombre tras las rejas.
Durante el juicio en su contra calificaron los crímenes como «fríos, violentos y descarados», mientras que el sospechoso nunca reconoció los delitos.
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