En la noche del 16 de septiembre de 1976 en la ciudad de La Plata secuestran a estudiantes secundarios que estudian en distintos colegios de esa ciudad y a varios de ellos los desaparecen. Tenían entre 16 y 18 años. Casi todos ellos habían organizado y participado en movilizaciones por el Boleto Estudiantil Secundario. Esas movilizaciones por el boleto escolar se habían realizado un año antes, en la primavera de 1975, por lo que puede decirse que el activismo estudiantil no es “la” causa de la masacre.
Lo reconocen algunos de los sobrevivientes. La causa principal probablemente fue que el gobierno militar de la provincia tenía información de acciones de carácter no estudiantil, difíciles de precisar, entre otras cosas, por el carácter clandestino de esas organizaciones y el secreto con el que manejan su estructura interna.
El compromiso político de estos estudiantes es la lucha por una sociedad más justa, similar a la que se estaba construyendo en Cuba. Románticos e idealistas, sus sueños humanitarios y generosos se mezclaban con una fe arrogante y ciega. La mayoría de ellos militaba en la Unión de Estudiantes Secundarios, uno de los frentes de masas de los Montoneros, y uno de ellos en la Juventud Guevarista, del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), dirección política y militar del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
Cecilia Melián, integrante de la Agrupacion H.I.J.O.S en Santiago del Estero, habló sobre esta fecha tan importante:
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