En el marco de la investigación por la desparición seguida de muerte de Facundo Astudillo Castro, la jueza Gabriela Marrón aceptó el pedido de inhibición presentado por el fiscal interino de la Fiscalía Federal N° 1 de Bahía Blanca, Santiago Ulpiano Martínez, que fue, además, el primer fiscal de la causa.
En su planteo, presentado en febrero, el fiscal dijo sentirse «violentado moralmente», por lo que, consideró, se le debía permitir apartarse de la causa.
Además, esgrimió la «pérdida de confianza infundada e injusta» en su labor y en la del personal a su cargo «por parte de las querellas. «Ha sido una constante a lo largo del proceso, cubriendo con un manto de sospecha, muchas de las medidas que se tomaron», señaló.
A su vez, mencionó las denuncias en su contra en la Procuración General de la Nación y organismos internacionales, junto a «manifestaciones injuriantes dentro y fuera del proceso donde se lo calificó profesional y personalmente», y las «discrepancias para consensuar criterios de actuación» con Andrés Heim y Horacio Azzolín, los dos fiscales que se sumaron al caso en julio pasado.
De hecho, los fiscales también habían presentado un pedido para apartar a la jueza Marrón, planteo que aún se encuentra en estudio.
«Esta causa, ya desde sus inicios, ha presentado aristas de particular complejidad, no sólo en razón de las características del delito denunciado y de la profusa investigación desplegada para su dilucidación, sino también –y puntualmente en lo que aquí interesa- en función de las diversas imputaciones u objeciones que ha recibido mi actuación a lo largo de su desarrollo por los querellantes», sostuvo Martínez.
«He sido destinatario de una serie de manifestaciones injuriantes tanto dentro como fuera del proceso –mediáticamente-, donde se me ha descalificado profesional y personalmente», agregó, en ese sentido, el fiscal.
acundo fue visto por última vez el 30 de abril pasado cuando salió de su casa de la ciudad bonaerense de Pedro Luro en plena cuarentena por el coronavirus rumbo a Bahía Blanca para ver a su novia, con quien había discutido. Tras ser interceptado por la Policía por violar el aislamiento social preventivo y obligatorio, nada más se supo de él hasta el 15 de agosto, cuando sus restos fueron hallados en un cangrejal de la localidad de General Daniel Cerri.
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