El kirchnerismo quiere la renuncia de Aníbal Fernández y Agustín Rossi luego del intento de homicidio que sufrió Cristina Kirchner en la puerta de su casa en Recoleta.
Del ministro de Seguridad depende la custodia de la vicepresidenta porque la lleva a cabo la Policía Federal. Justo en los últimos días Aníbal había aumentado la custodia a 100 efectivos.
La cercanía con la que gatilló el atacante dejó en ridículo a la custodia, que no sólo no impidió que un hombre armado se acercara a centímetros de la vicepresidenta sino que luego que fallara el tiro, no evacuó a Cristina de inmediato en el auto que tenía al lado.
La custodia no sólo no impidió que un hombre armado se acercara a centímetros de la vicepresidenta sino que luego que fallara el tiro, no evacuó a Cristina de inmediato en el auto que tenía al lado. La vice siguió firmando autógrafos después del ataque. Los custodios la dejaron hacer, pese al tumulto que se había armado alrededor del atacante.
La vice siguió firmando autógrafos después del ataque, sin tener cierta noción de lo que acababa de pasar. Los custodios la dejaron hacer, pese al tumulto que se había armado alrededor del atacante.
El accionar d ela custodia de la Policía Federal fue tan negligente, que de hecho forma parte de la investigación que llevan adelante la jueza Capuchetti y el fiscal Rívolo.
Aníbal recibió críticas en el kirchnerismo duro por haber anunciado un acuerdo con el gobierno porteño para limitar las marchas a Recoleta y prohibir los parripollos militantes en la coqueta calle Juncal. El anuncio se hizo apenas un par de horas antes de que intentaran asesinar a Cristina, por lo que quedó obsoleto ni bien llegó a la prensa.
Rossi, en tanto, quedó en cuestión como jefe de la Agencia Federal de Inteligencia por no haber hecho inteligencia. El atacante había aparecido en Crónica poco tiempo atrás y en las redes expresaba declaraciones xenófobas y con violencia en contra del Gobierno. No hubo ningún tipo de seguimiento de un perfil así que luego termina cara a cara con la vice.
Más aún luego de una semana entera en la que Cristina se mezclaba entre los militantes que la van a saludar a la puerta de su domicilio es evidente que la vicepresidenta no contó con informes de inteligencia que analizaran los riesgos de esa exposición sin red.
Por estos motivos trascendió que hasta Oscar Parrilli, mano derecha de Cristina, pidió que Aníbal fuera removido del cargo.
Fuente LPO
Muy raro todo, un sicario o alguien con intención de matar a otro no puede ir con el arma sin proyectil en recámara, comenzemos de ahí nomás, un mamaracho toda esta obra teatral.