Las últimas lluvias en las principales regiones productivas impulsaron la siembra de soja y de maíz, mientras que la cosecha de trigo no logra repuntar, de acuerdo con la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA). En paralelo, finalizó la siembra de girasol, con un área estimada en 1,4 millón de hectáreas.
El agua permitió seguir con la siembra de lotes tardíos de maíz en Córdoba, Buenos y Santa Fe, que se destinarán a grano comercial.
De acuerdo con la entidad bursátil, la implantación del cereal se ubica sobre el 40% de las 6,3 millones de hectáreas proyectadas para la actual campaña.
Por el lado de la soja, la implantación se concentró sobre el centro y norte de Santa Fe y centro y este de Entre Ríos. Las lluvias también permitieron comenzar con la siembra de la soja de segunda en ambas zonas núcleos.
El panorama del girasol varía según la zona geográfica. Mientras en el norte el cultivo cuenta con pocas chances de responder a futuras lluvias, hacia el sur se esperan precipitaciones para sostener el crecimiento inicial de la oleaginosa.
En los cultivos de fina, la cosecha de trigo alcanzó el 40% del área sembrada y, si bien en el NOA y el NEA los rindes no levantan, el buen estado del cultivo en el sudeste bonaerense permite sostener las estimaciones de rinde de 16,8 millón de toneladas.
La falta de lluvias en esa región podría comprometer los rindes del cereal. La caída en los rindes de este cultivos representa una preocupación para el Gobierno, que de la mano de este cultivo espera el último ingreso fuerte de divisas del año.
Al principio de la campaña triguera, se esperaba que el volumen cosechado se ubicara sobre las 20 millones de toneladas, pero el clima jugó su partido y pegó de lleno en los rindes. Cuando las cosechadoras comenzaron a ingresar en los primeros lotes, los rindes se ubicaron por debajo de los 1.000 kilos por hectárea y la tendencia continuó durante buena parte de las labores de recolección.
Las estadísticas oficiales también ratifican esta tendencia y de acuerdo con el último informe mensual del Ministerio de Agricultura, la cosecha del cereal se ubicará sobre las 17 millones de toneladas, casi 3 millones por debajo de las expectativas iniciales.
Este recorte en las proyecciones representa -a valores actuales- una perdida de ingresos divisas que se ubica en el orden de los USD440 millones.
En el caso de la cebada, comenzaron las tareas de recolección, que hasta el momento alcanzaron un 10% de las 895.000 hectáreas previstas para este ciclo.
Con un rinde promedio de 3.360 kilos por hectárea, la cosecha del cereal lleva acumuladas 303.000 toneladas.
Fuente CRA
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