Gustavo Beliz estaba donde estaba porque le garantizaba al gobierno una llave de acceso al Banco Interamericano de Desarrollo. Un hombre del Opus Dei con juego propio que al mismo tiempo pisaba los expedientes de crédito con China, en sintonía con los deseos del Departamento de Estado de Estados Unidos, sean sus moradores republicanos o demócratas. Pero el juego siempre es un juego. Y esta vez tuvo una falla: Claver Carone.
Beliz se enfrentó con el presidente del BID. Carone le cerró el acceso a un crédito de 500 millones de dólares primero que el organismo debía entregar a la Argentina en el segundo semestre de este año como parte del acuerdo con el FMI. Parte de todo esto se conoció estos días. Sin embargo, el juego terminó de saltar por el aire hace varias semanas sin estridencias. Una fuente lo dijo de esta manera casi horrorizado: «Después de obstruir los proyectos con China y sin poder cerrar los créditos de los organismos multilaterales como el BID, Beliz le escribió una carta al representante chino en el organismo para pedirle una mano en la gestión del préstamo».
Página12 publicó parte de la carta en el día de ayer. “Al señor Gobernador de China ante el BID, D.Yi Gang”, escribió Beliz. “Me dirijo a Ud. en mi carácter de Gobernador por Argentina ante el BID para poner en su conocimiento una situación de alta gravedad. Me refiero concretamente a las demoras injustificadas y arbitrarias en el avance del programa financiero 2022 de la Argentina con el BID, que constituye una parte clave en el programa consensuado con el FMI bajo la modalidad de Servicio Ampliado del Fondo aprobado el 25 de marzo del corriente. A pesar de los reiterados pedidos que nuestros representantes han planteado en el pleno del directorio, el presidente Claver Carone se ha negado a movilizar el tratamiento manifestando un conjunto de consideraciones temerarias tanto para Argentina como para el resto de los organismos”. Y sigue.
Beliz escribió la carta el 13 de julio. Ese mismo día, una parte del Gobierno sabía que tenía los días contados. Silvina Batakis ya estaba en el ministerio de Economía. Y según la misma fuente, apenas asumió decidió mandar gente propia a China para cerrar los acuerdos de financiamiento de manera personal. En ese contexto, le pidió al Presidente Alberto Fernández sacarle a Beliz el área de manejo de créditos y financiamiento internacional que hasta ese momento manejaba. Un área clave.
Hasta ahora, la Secretaría de Asuntos Estratégicos (SAE) del ahora exsecretario controla el flujo de créditos desde un área llamada subsecretaría de Relaciones Financieras Internacionales. Históricamente dependió del ministerio de Economía incluso con Mauricio Macri, pero Alberto Fernández la puso debajo de Beliz. El área es la encargada de autorizar todos los ingresos de dinero al país desde organismos multilaterales, estatales, bancas públicas y privadas. Dicen que AF estuvo de acuerdo con el pedido de Batakis, y que para entonces ya estaba decidido su destino. Beliz iba a dejar el área luego del viaje del Presidente a Estados Unidos, del encuentro con Joe Biden y de la visita de Batakis al FMI. Según esa versión, a la vuelta del viaje Beliz “podía estar de salida”.
Beliz era acumulaba tensiones internas cada vez más importantes. Dos ejemplos: el bloqueo al desarrollo de la central eléctrica de Atucha III y la represa hidroeléctrica Nestor Kirchner, ambos proyectos financiados por China, uno muy objetado por Estados Unidos, y los dos con trámites de acceso a crédito paralizados en su área.
El desarrollo de Atucha III es impulsado por Nucleoelécritica Argentina NA-SA, la compañía estatal encargada del desarrollo de las centrales nucleares para generación de energía. El 1 de febrero, el directorio de NA-SA mandó a la SAE una nota con el contrato técnico para encaminar un crédito millonario que ya estaba acordado por ley desde el 2014, y era para la construcción de la cuarta central nuclear del país con tecnología y financiamiento chino. La SAE sólo debía ponerlo como “prioritario” y darle curso para que Economía fije condiciones de financiamiento y Cancillería lo siga. Pasó marzo, abril y mayo. Llegó al país una misión del Departamento de Estado que en cada reunión objetó tecnología y cercanía por peligrosa. NA-SA se quejó del lobby descarado pero le apuntó Beliz porque en el juego de la demora jugaba para los norteamericanos.
La represa Néstor Kirchner de Santa Cruz es la obra de infraestructura de energía eléctrica más importante del país. Se adjudicó en 2013 a un consorcio de tres empresas, Electroingeniería, la china Gezhouba Group Corporation e Hidrocuyo con una cláusula de financiamiento completo de bancos chinos y repago a partir de la generación de energía. Es decir, lo que pidió CFK en Avellaneda. Los bancos chinos financiaban todo. Eran, son: China Devolopment Bank, Industrial an Commercial Bank off China Limiet y Bank of China Limited. En plata eran inicialmente 4.740 millones de dólares y luego 4.100 millones. Los bancos comenzaron a mandar plata a medida que se avanzó. Los envíos se hicieron incluso con Cambiemos pero se pararon con el gobierno de Fernández. ¿Cuándo? Entre entre abril de 2021 y mayo de 2022. La obra no paró porque en reemplazo del dinero chino pagaba el Tesoro Nacional. ¿Pero por qué se paró? La SAE de Beliz no autorizaba, hasta que finalmente un decreto lo destrabó.
Hoy volvió Batakis, Se reunió con Alberto Fernández. Y Beliz dejó su lugar. No está claro si salió por esta historia reciente o su salida es parte de los acuerdos del recambio en estudio del gabinete.
Beliz me recuerda la frase de Chesterton sobre la función esencial del periodismo: informar que Lord Jones ha muerto a gente que jamás se enteró de que Lord Jones estaba vivo, me dice Eduardo Aliverti mientras termino la nota.
Fuente Pagina 12
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