Me tomo el atrevimiento de utilizar este espacio para hablar de los afortunados. Todos -o casi todos- somos conscientes del dolor inconmensurable que a muchos les ha tocado vivir en esta pandemia. Y quiero hablar de eso.
Se habla mucho de lo que vamos a aprender y de lo que seremos «post pandemia» como seres humanos. Muchos dicen que seremos mejores personas, que aprenderemos a valorar más las pequeñas cosas, que disfrutaremos más de los almuerzos en familia, de las salidas con amigos…
No discuto de que esta situación que atraviesa a toda la sociedad, nos dejará algún tipo de enseñanza, que en un futuro, le contaremos a nuestros hijos, a nuestros nietos… Pero quiero detenerme en nuestros «viejitos», se me hace imposible dejar de pensar en ellos.
No quiero sonar cursi, pero a todos se nos estruja el corazón cuando vemos situaciones de injusticia para con ellos… cuando leemos en las noticias que los abandonaron, que los despojaron de sus propias casas, o que inclusive les robaron su dinero. Allí es cuando damos gracias a Dios (sí, soy creyente) por tener, padres, abuelitos, tíos, etc, para poder disfrutar, pese a la pandemia.
Otros, no tienen esa oportunidad, ya que este maldito virus se los arrebató. Ya no existirán las tardes de mateadas en que ellos contaban sus anécdotas de cuando eran niños ni esos almuerzos donde nos comentaban historias que sabíamos que no eran ciertas, pero de todos modos nosotros las tomábamos como reales.
Y ahí es cuando pensamos «podría haberlo abrazado más a mi papá la última vez que lo ví» o «que tonta fui al enojarme con mi madre por esto» . Lo cierto es que ninguno de esos deseos nos devolverá a nuestro ser querido. Sólo nos queda recordarlos con amor, felicidad y gratitud.
Si sos afortunado y tu ser querido pudo superar esta cruel enfermedad, agradecele a Dios, al universo o a quien quieras… llamá a tu mamá y decile que pronto se podrán ver… decile a tu papá cuanto lo amas y que deseas poder disfrutar un partido de futbol con él. Llamá a tus abuelitos y deciles que en breve irás a almorzar con ellos, aunque esa comida que te prepararon especialmente para vos, sea tan abundante que puedas darle de comer a todo el barrio.
Si sos afortunado, disfrutá de lo que tienes y no llores por lo que te hace falta.
Si sos afortunado, hacé como el:
Recomendados
Horarios día sábado para el TCR, TC 2000 y Fiat Competizione
El Shakedown del TCR fue todo brasileño
Intercargo emitió un comunicado a manera de descargo por los hechos en Aeroparque