Hace algunas semanas, por primera vez en la historia, David Bennett recibió un corazón de cerdo, modificado genéticamente, que funcionó hasta el día de hoy.
Así, Bennett, el primer paciente que recibió un trasplante de corazón de cerdo, falleció. El hombre, un norteamericano de 57 años, no cumplía los requisitos para recibir un trasplante cardíaco humano.
Este paciente sufría de fibrilación ventricular, una anomalía que acelera el ritmo cardíaco y que puede ser fatal. El hospital de la Universidad de Maryland, la misma entidad que realizó el trasplante, mencionó a través de un comunicado que «su condición empezó a deteriorarse hace varios días».
Las válvulas coronarias de cerdo han sido utilizadas desde hace más de cinco años para reponer las de numerosos enfermos del corazón a los que les han dejado de funcionar las propias, son los denominados implantes biológicos y en este caso se ensayó con el trasplante del órgano completo, algo que requería espera para determinar si era de verdadera utilidad.
En el caso de Bennett, se recurrió a este proceso porque existía cierta similitud genética que permitiría que después de algunos procesos -incluso de manipulación genética- dicha compatibilidad fuera mayor.
Cabe resaltar que el corazón de los cerdos es anatómicamente parecido al de los seres humanos, lo que, desde hace varios años, lo ha convertido en un animal sobre el que se mantienen constantes investigaciones dirigidas a convertirlo en potencial suministrador de órganos para trasplante humano.
Esa cirugía generó esperanzas de que el uso de órganos de distintas especies podría lograr algún día resolver la escasez crónica de órganos humanos para donación. El equipo detrás de la operación dijo no obstante que mantiene optimismo sobre su éxito en el futuro.
«Después de que quedó claro que no se recuperaría, se le brindaron cuidados paliativos compasivos. Pudo comunicarse con su familia en las horas finales», precisó el comunicado del hospital. Tras la cirugía, el corazón trasplantado funcionó muy bien durante varias semanas sin signos de rechazo, indicó.
Bennett pasó tiempo con su familia, participó en sesiones de fisioterapia, vio el Super Bowl del football americano y habló a menudo sobre su deseo de ir a casa para ver a su perro Lucky.
«
Demostró ser un paciente valiente y noble que luchó hasta el final. Expresamos nuestras más sinceras condolencias a su familia», subrayó Bartley Griffith, el cirujano que dirigió el procedimiento. En octubre de 2021 Bennett ingresó al hospital de la Universidad de Maryland. Estaba postrado en la cama y conectado a una máquina de soporte vital de emergencia.
Se consideró que no era elegible para un trasplante humano, lo que ocurre cuando el receptor tiene una mala salud subyacente. «Obtuvimos invaluables aprendizajes acerca de cómo el corazón de cerdo genéticamente modificado puede funcionar bien dentro del cuerpo humano mientras el sistema inmunitario se comporta adecuadamente», manifestó Muhammad Mohiuddin, director del programa de xenotransplante cardíaco de la universidad.
«Seguimos siendo optimistas y planeamos continuar con nuestro trabajo en futuros ensayos clínicos«, remarcó. Medios estadounidenses revelaron que Bennett había sido condenado por apuñalar a un hombre varias veces en 1988, dejando a la víctima paralizada antes de morir en 2005.
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