Un bolso microscópico de imitación de Louis Vuitton de color verde fluorescente se vendió en una subasta por internet por el considerable precio de 63.000 dólares (unos 58.000 euros).
El diminuto accesorio, más pequeño que un grano de sal y que va acompañado de un microscopio para poder verlo, es obra del colectivo artístico MSCHF, que se dedica a crear objetos de moda críticos con el consumismo capitalista.
El bolso, subastado en el portal Joopiter, recibió 36 pujas que partieron de un mínimo de 15.000 dólares y finalmente se lo adjudicó alguien -no identificado- que ofreció 51.000 dólares, cifra a la que se sumaron las tasas.
Creado con una impresora 3D, MSCHF buscaba hacer pensar sobre cómo los objetos pierden su sentido práctico cuando se reducen a una pieza de joyería y su función se abstrae hasta ser “puramente la representación de una marca”, según la descripción.
“Creo que el ‘bolso’ es un objeto divertido porque se deriva de algo rigurosamente funcional. Pero básicamente se ha convertido en joyería”, dijo a The New York Times el creativo del grupo, Kevin Wiesner, que negó haber pedido permiso a Louis Vuitton para usar su logo.
El colectivo copió el famoso monograma “LV” y basó el diseño del bolso en un modelo que, en tamaño real, vale entre 3.100 y 4.300 dólares, según CNN.
El dueño de Vuitton recorrió China
El multimillonario francés y presidente del grupo de lujo LVMH, Bernard Arnault, estuvo hace algunos días de visita en China, sumándose a otros grandes empresarios globales que viajaron en las últimas semanas a la segunda economía del mundo.
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El segundo hombre más rico del mundo, después de Elon Musk, visitó centros comerciales con tiendas de alta gama en Pekín, según imágenes que circularon en la red social china Weibo. También acudió a la ciudad de Chengdu, en el suroeste, donde paseó por varias tiendas de lujo.
Al magnate lo acompañaban su hija Delphine, al frente de la marca de perfumes y moda Dior, y su hijo Jean, que es director del desarrollo de relojes y marketing en Louis Vuitton.
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China es un mercado clave en el sector de lujo y antes de la pandemia reunía un tercio del gasto global en esta industria.
Pero la pandemia golpeó con fuerza el sector y la cuota de mercado en China se hundió al 17% en 2022, según analistas en la firma UBS, que auguran que 2023 será “el año del consumidor chino”.
“La clientela china es mucho más importante de lo que era en 2019″, dijo el director financiero de LVMH, Jean-Jacques Guiony, recientemente a la prensa.
El grupo, que posee decenas de marcas como Louis Vuitton, Givenchy o Kenzo, mantuvo fuertes ingresos y aumentó su beneficio a pesar de las turbulencias en la economía mundial. Su dirigente Arnault aseguró que era “optimista sobre el mercado chino”.
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