Desde el pasado 7 de octubre, cuando se produjo el ataque de Hamás a Israel y comenzó una nueva guerra, las muertes ocasionadas por los bombardeos israelíes en la Franja de Gaza se elevan a 3.200 y los heridos, a 11.000, según ha informado este miércoles el Ministerio de Salud gazatí, controlado por Hamás.
«Cada vez estamos peor. Hamás es un grupo terrorista y con ellos no se puede negociar. Hoy me enteré de una mujer embarazada que la mataron, le sacaron el bebé y le pegaron un tiro. Hay cosas increíbles. No es de ser humano ni siquiera los animales hacen eso».
«Todos sabemos lo que es un atentado terrorista. Nosotros subimos dos en Argentina que todavía no están esclarecidos».
«Hay familiares, amigos, hijos de amigos, que han sido llamados al ejército, médicos que han sido llamados a las bases y me enteré hace dos días que una sobrina está volviendo con cuatro hijos. Hace muchos años que viven ahí y gracias a la embajada de Argentina están volviendo al país y así hay un montón de gente».
«Es difícil enviar ayuda. Es la gente de DAIA y AMIA que está con ellos. Nosotros hacemos lo que podemos desde aquí, pero siempre relacionándonos con las instituciones que están en Buenos Aires».
«Rezar es lo que más hacemos y rogamos que termine esta guerra porque si miras fríamente lo mismos palestinos que están en esa zona están secuestrados. No los dejan salir porque Hamás los tiene como escudo humano. Israel no puede atacar por tierra la zona porque no los dejan. Egipto no los quiere recibir porque son muchas personas y tienen miedo que los terroristas los ataquen».
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