Nacional adoptó el dolor de la familia de Santiago García como propio. El club que lo vio nacer, del que el delantero siempre se manifestó hincha y para el que estaba a punto de volver, lo sufre como el hijo de la casa que es y fue, y se ha puesto completamente a disposición para despedirlo.
A pesar de la decisión de las autoridades sanitarias de no poder velarlo en el Gran Parque Central con participación de los hinchas, sus restos fueron velados en la sede del conjunto en Montevideo y los fanáticos se hicieron presentes desde temprano para el último aliento.
La caravana de vehículos llegó desde el aeropuerto tras el vuelo desde Mendoza y desde ahí fue acompñaado con bocinazos y en la puerta del ingreso al club los bolsos lo recibieron con bombos, banderas, bengalas y cantos para despedirlo.
Entre tantas camisetas de Nacional, siempre apareció alguna de Peñarol en el medio cumpliendo con su homenaje con alguna flor o una vela para despedir al «Morro» García, en una situación que ha golpeado muy duro a todo el fútbol uruguayo y rioplatense en general.
Horas antes de la llegada del jugador, Nacional había informado la negativa de poder hacer el homenaje que tanto desearon, pero aclaró que desde ahora hasta el final del campeonato se verá la leyenda «Morro Eterno» en todas las camisetas, así como también habrá contribuciones a centros de ayuda de salud mental con las ventas del nuevo modelo que iba a presentarse por otro motivo.
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