Francisco Di Franco fue uno de los futbolistas que debió escapar de Ucrania tras el conflicto bélico con Rusia. A más de un mes de abandonar el país europeo, el delantero surgido en Boca firmó con un club de la Liga Profesional de Futbol: se convirtió en nuevo refuerzo de Atlético Tucumán.
Di Franco, así como el resto de los futbolistas argentinos que escaparon de la guerra, fue autorizado por la FIFA para jugar en otro club hasta el 30 de junio. De esta manera, y luego de contar con la aprobación del técnico tucumano, Juan Manuel Azconzábal, se sumó al Decano y podrá jugar a partir de la fecha 10 de la Copa de la Liga.
Al comienzo de la guerra, el delantero de 27 contó: «Hubo bombas que cayeron cerca de la ciudad en Dnipro a las 5 de la mañana, quedé muy asustado. No sé si atacaron la ciudad pero la explosión se escuchó. La vi desde mi ventana, el edificio tembló y demás».
Y añadió: «Apenas hubo esas dos explosiones los del club nos llamaron a la base y estuvimos un tiempo ahí. Hubo otra explosión, nos fuimos a un búnker y ahora los extranjeros estamos en un hotel para estar más seguros»
El delantero comenzó su carrera profesional en Boca Juniors, donde debutó el 16 de junio de 2013, partido que terminó en triunfo sobre Arsenal con un gol de Walter Erviti. A mediados de 2015 emigró a Mexico para vestir la camiseta de Coyotes de Tlaxcala.
Una vez finalizado el préstamo, Boca lo cedió al Athlitiki Enosi Zakakiou de Chipre y, a mitad de 2017, se instaló en Ucrania para jugar en FC Karpaty Lviv. Finalmente, en 2019 llegó al SK Dnipro, club en el que tiene contrato hasta diciembre de 2022.
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