Julián Álvarez anotó el gol más tempranero en la historia del Mundial de Clubes. Cuando transcurrían apenas 40 segundos del primer tiempo en Arabia Saudita, Marcelo despejó corto hacia la mitad de la cancha, Nathan Aké tomó la lanza, avanzó varios metros y sacó un potente remate desde afuera del área que se estrelló en el poste derecho del arco del Fluminense y fue a parar directo al área chica.
Allí estaba frotándose las manos el ex River, que se tiró de palomita pero no tocó la pelota con la cabeza sino con su pectoral. Con el arquero Fábio desparramado a un costado, la pelota cruzó sin impedimentos la línea de meta y significó el 1 a 0 del Manchester City desde el vestuario.
El gol de cordobés hizo recordar mucho al que le marcó Messi al Estudiantes de Alejandro Sabella en el Mundial de Clubes 2009. El Pincha ganaba aquel partido histórico con un cabezazo de Mauro Boselli, pero Pedro se lo empató sobre la hora y, ya en tiempo extra, el Nº10 firmó el 2 a 1 con un peculiar recurso. ¿Más coincidencias? Ambos fueron dirigidos por Pep Guardiola y lo sufrieron rivales sudamericanos.
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