UN MONTÓN DE NADA

5 puntos sobre 24, un bajísimo 20,83% de puntos obtenidos. 6 de 8 partidos disputados sin convertir goles. En los promedios solo arriba de los recién ascendidos Independiente Rivadavia y Riestra. En la tabla anual uno de los peores equipos. Algunos de los números y estadísticas que reflejan este pésimo presente.

Se podrá decir que en el primer tiempo se jugó un poco mejor que Tigre, que se mereció algo mas, pero no hay ninguna tabla que mida los méritos, hay que hacer goles. Se podrá decir que el gol de Forclaz fue en posición prohibida, pero en una fecha los árbitros te dan y en otra te quitan. El rival no había ganado nunca en el campeonato, pero Central se especializa en resucitar muertos.

Que te hagan un gol justo antes del entretiempo es un golpe durísimo, pero no podes caerte anímicamente y no levantarte mas. El equipo tuvo nula capacidad de reacción. Una apatía exasperante. Lo aceptable que pudo haber sido el primer tiempo, terminó desdibujándose del todo en un complemento viciado de indolencia.

¿Que puede cambiarte García cuando vas perdiendo? ¿Monzón no va a salir nunca? ¿Por qué el equipo no sabe atacar? ¿Por qué los suplentes nunca aportan algo distinto? Hay tantas consignas por responder que el argumento del cansancio ya parece un chiste y de mal gusto. ¿Cuando Abel Balbo se hará cargo de algo?

Es un plantel nuevo, armado prácticamente de 0 y con un presupuesto bajo, pero Central Cordoba no es el único club en esa situación. Los dirigentes no deciden nada y son meros espectadores de lo que deciden en otras latitudes. Ponen la mesa pero ya viene todo cocinado. ¿Cuál es el sentido de seguir participando en esa pantomima? El DT tiene un grado de responsabilidad mayúscula. Esos discursos con exceso de confianza ya no movilizan a nadie. Y los jugadores, salvo escasas excepciones, tienen un nivel pobrísimo. El equipo no los ayuda, pero ellos tampoco ayudan al equipo. Hoy Central Cordoba es un montón de nada.