Más allá de la controversia que le rodea por algunos episodios de su vida persona, lo cierto es que Woody Allen está muy bien considerado en su faceta de cineasta -ha ganado cuatro Premios Oscar- y son innumerables los grandes actores y actrices que han trabajo con él a lo largo de las últimas décadas, como Javier Bardem y Penélope Cruz, que coincidieron con él en Vicky Cristina Barcelona (2008). Cinta que le sirvió a su vez a la de Alcobendas su única estatuilla hasta la fecha.
El caso es que Javier Bardem se ha dejado ver en el Festival de Cannes, epicentro del cine mundial durante unos días, y en una de las master class previstas por la organización que ha tenido oportunidad de impartir, el actor ha contado un episodio desconocido que con el tiempo adquiriría un enorme significado tanto para él como para su mujer.
Y es que, Bardem ha compartido que durante el rodaje de una escena en la que debían besarse en la cama, sucedió algo inesperado. “Estábamos besándonos y besándonos y seguíamos besándonos y besándonos y yo pensé que el momento era tan largo como bueno. Luego me di la vuelta y la cámara no estaba. Woody Allen se había ido”, aseguraba Bardem ante la sorpresa de los asistentes.
“Años después, Woody nos envió el montaje de la escena como regalo de boda”, añadía el actor español, que se casó en la intimidad con Penélope Cruz en 2012. Sin duda un regalo tan mágico como exclusivo del que seguro que muy pocos o nadie más puede presumir. Un montaje que la pareja seguro guarda a buen recaudo porque en el rodaje de esa película surgió su historia de amor.
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