El proyecto de legalización del aborto enviado el martes al Parlamento por el presidente Alberto Fernández sería aprobado por la Cámara de Diputados antes de fin de año y su debate podría demandar dos semanas, ya que se analiza agilizar la discusión con la inserción de las presentaciones que en 2018 realizaron expositores a favor y en contra de la iniciativa.
El oficialismo confía en que tendrá los votos necesarios para aprobar la iniciativa en la Cámara baja, ya que no se requieren mayorías especiales para aprobar el proyecto enviado el martes por el presidente Alberto Fernández al Parlamento.
Tras enviar el texto, que ingresó por Diputados, el Presidente expresó días atrás su confianza en que «esta vez será ley», prometió que hará «todos los esfuerzos para que el Congreso acompañe» la iniciativa y reafirmó su compromiso «activo» con la propuesta.
«Estamos en condiciones de que esta vez se convierta en ley», remarcó el jefe de Estado en una entrevista radial, en la que diferenció el contexto de debate actual con respecto al del 2018, cuando el expresidente Mauricio Macri anunció el tratamiento parlamentario del tema, y la iniciativa fue aprobada en Diputados pero fracasó luego en el Senado.
«Que el Presidente mande un proyecto, que reclame su tratamiento y aprobación, y que se comprometa públicamente de que el aborto es necesario, genera un escenario distinto», graficó Fernández.
El debate en comisión
La iniciativa sería debatida en los próximos días en cuatro comisiones -todas a cargo de diputadas y diputados del Frente de Todos-: la de Mujeres y Diversidad, que encabeza Mónica Macha; Legislación General, que preside Cecilia Moreau; Salud, a cargo de Pablo Yedlin y Legislación Penal, que conduce Carolina Gaillard.
Si bien el proyecto podría comenzar a tratarse en el período ordinario de sesiones, el Poder Ejecutivo debe enviar una convocatoria a prórroga de ordinarias o bien llamar a sesiones extraordinarias para discutir la iniciativa, ya que el período ordinario vence la semana próxima, el lunes 30 de noviembre.
Esta semana, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, definirá cuál será el giro que tendrá el proyecto y, con ello, la comisión que oficiará de cabecera para conducir el debate.
Massa anticipó que tomará esa decisión «junto a las diputadas como Moreau, Macha, (Silvia) Lospennato y (Carmen) Polledo, porque es un tema en el que hay muchas mujeres que, más allá de tener distintas posiciones, están comprometidas con el tema».
«Es importante tener un debate con reglas claras, respeto y sobre todas las cosas un debate franco», sostuvo Massa en las últimas horas tras el ingreso del proyecto.
Fuentes parlamentarias no descartan que, tal como ocurrió en 2018 donde la cabecera recayó en la comisión de Legislación General, que presidía Daniel Lipovetzky (PRO), en esta oportunidad se repita ese mismo esquema y sea el cuerpo presidido por Cecilia Moreau, el encargado de llevar adelante la discusión.
Las fuentes estimaron que las exposiciones de 2018 se podrían insertar y así agilizar el debate de los diputados que, con la nueva composición del cuerpo, aún no se expresaron y quieren manifestar su postura públicamente.
En 2018, el proyecto de legalización del aborto fue aprobado en Diputados por 129 votos a favor, 125 negativosy una abstención de la legisladora cordobesa, Alejandra Vigo, pero se trabó en el Senado, donde obtuvo 38 votos negativos, 31 positivos y la abstención de la neuquina, Lucila Crexell.
Una votación ajustada
Hasta el momento, fuentes de ambos sectores coinciden en que los votos están muy ajustados y si bien los sectores ‘verdes’ tendrían asegurados poco más de 120 diputados a favor sobre los ‘celestes’ que rondarían 115 voluntades, en las últimas horas creció el número de indecisos.
De todos modos, los diputados ‘verdes’ confían que tendrán los números para aprobarlo en la cámara baja, ya que descuentan que tendrán el quórum para sesionar y recuerdan, además, que tienen a favor que el proyecto de legalización no necesita mayorías especiales y podría imponerse por sólo un voto.
De hecho, el escenario se va modificando permanentemente y en las últimas horas sorprendió el giro de postura que tuvieron dos legisladoras de Juntos por el Cambio.
Se trata de la chaqueña Aida Ayala y la correntina Sofía Brambilla que si bien votaron a favor de la legalización del aborto en 2018, anunciaron recientemente que se opondrán finalmente al proyecto.
En el oficialismo confían además que el hecho de que el gobierno enviara junto con la legalización del aborto, el Plan de los 1000 días -que tendría diferente trámite parlamentario- podría terminar por inclinar la balanza y convencer a los diputados que aún permanecen indecisos para que definan su voto a favor de ambos proyectos.
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